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Lunedì, 21 Novembre 2016 20:20

"Soy un escritor de imágenes", Vittorio Storaro en Festival de Cine de Mar del Plata

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Vittorio Storaro en Festival de Cine de Mar del Plata Vittorio Storaro en Festival de Cine de Mar del Plata

Mar del Plata - El fotógrafo italiano Vittorio Storaro es un ferviente defensor del formato digital y aseguró que desde el punto de vista tecnológico se vive "un momento revolucionario".


El fotógrafo ingresó al mundo de la tecnología digital con su trabajo en "Café Society", el último filme de Woody Allen. Storaro, que durante su extensa carrera colaboró con grandes cineastas, como Bernardo Bertolucci, Francis Ford Coppola y Carlos Saura, entre otros, brindó hoy una conferencia de prensa en el marco del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
Luego dará una charla para cineastas y más tarde se trasladará a Buenos Aires, donde el 23 de noviembre se inaugurará una muestra fotográfica en su honor, "Escribir con la luz. Doble impresión entre fotografía y cinematografía", que podrá verse hasta el 11 de diciembre en el Centro Cultural Néstor Kirchner. "Vivimos un momento histórico, de cambio desde lo analógico a lo digital" sostuvo el fotógrafo, quien relató cómo logró ponerse de acuerdo con Woody Allen, quien también debutó en el formato digital con "Café Society": Allen dirigió 47 filmes en fílmico y Storaro tomó fotografías para 58 películas. "Le dije algo muy simple -recordó-: estamos en un momento revolucionario; existe una palabra, 'progreso', que se puede retrasar o acelerar pero no detener. Por lo tanto, es mejor que juntos crucemos el puente del fílmico a lo digital y tratemos de hacerlo lo mejor posible". Storaro afirmó que, en general, "un fotógrafo no puede trabajar con muchos directores".
"Los fotógrafos que trabajamos en cine lo hacemos -así como otras personas hacen determinada tarea- para saber quiénes somos, para responder a nuestras preguntas más íntimas. Por eso, el modo de colaborar con un director puede funcionar si hay una sensibilidad que sea compartida", explicó. El español Carlos Saura fue uno de esos realizadores con los que el italiano tuvo empatía y criterios compartidos. Junto a él trabajó en "Flamenco, flamenco" (2010) y se adaptó rápido a su modo de trabajar, "sin relato".
    "Recuerdo que me comentó que quería rodar una historia relacionada con el flamenco pero no en sentido clásico. Le pregunté dónde la filmaríamos y me dijo que quería conseguir un recinto, llenarlo de bastidores con telas para crear un espacio abstracto y que el flamenco estuviera dentro de ese mundo, que nos permitiría dar vida y energía a ese movimiento que se llama flamenco", detalló.
Sobre el particular modo de trabajar con la luz y el color de muchos fotógrafos italianos, Storaro sostuvo, sin presumir, que esa plasticidad se lleva de algún modo en el ADN. "En Italia, cuando los niños van a la iglesia con su madre miran los frescos en los techos, escuchan la música, es un sitio plagado de imágenes y sonidos. Luego, van a la escuela y la tapa del cuaderno en el que escriben tiene impresa la Madona (Virgen con niño y flores) de Leonardo Da Vinci. Caminan por las calles entre obras arquitectónicas y así sucesivamente. Este sentido visual lo llevamos en la sangre", aseveró.
Storaro, ganador de tres premios Oscar -por "Apocalipsis Now", "El último emperador" y "Rojos"- imprimió su sello a películas resonantes a lo largo de su carrera, entre otras: "Último tango en París" (1972); "Novecento" (1976); "El cielo protector" (1991), todas dirigidas por Bernardo Bertolucci; "Tucker: The Man and His Dream" (Tucker: El hombre y su sueño, 1988), de Francis Ford Coppola y "Tango" (1998), de Carlos Saura. Hijo de un proyectista de cine, se interesó desde pequeño por la fotografía y luego estudió en el Centro Sperimentale di Cinematografia de Roma. Hasta su primer trabajo como director de fotografía, en 1969 - con "Giovinezza, Giovinezza" (Juventud, Juventud), de Franco Rossi- se desempeñó como operador de cámara. El italiano, sin embargo, aclaró que no está de acuerdo con el título de "director de fotografía" y prefiere, en cambio, el de "autor de fotografía cinematográfica", que terminó por convertirse en regla en su país gracias a su insistencia. "El cine es como una orquesta: director hay uno solo y el resto tocamos distintos instrumentos, pero no podemos hacer un solo", ejemplificó. Creador del sistema Univisión, que consiste en la modificación del aspecto de la pantalla a 2:1, que unifica el criterio televisivo y cinematográfico, Storaro sin embargo se manifestó en contra de la posibilidad de ver películas en nuevos dispositivos, como iPads o smartphones.
"Creo que el secreto de nuestro trabajo está en idear buenas historias y que seamos capaces de transmitir su valor, a través de las imágenes. Si lo logramos, cada vez más gente querrá seguir yendo al cine a ver películas en pantalla grande. Si las ven en un teléfono celular, entonces, el problema lo tenemos nosotros", concluyó. (ANSA).

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