En tanto, el rumano Radu Jude recibió el Astor de Plata al Mejor Director por "Scarred Hearts" (Corazones Cicatrizados) y el ruso Andrey Konchalovskiy otro galardón de plata al Mejor Guión, por "Paradise" (Paraíso). El premio mayor de la competencia latinoamericana fue para "Martirio", de brasileño Vincent Carelli, mientras que la Mejor Película argentina fue para "El aprendiz", de Tomás De Leone. Contra todos los pronósticos, el filme israelí se quedó con el premio más importante del festival. Aroya se dirige a sí misma en el papel de Joy, una joven de 25 años que, como muchos de sus amigos -y personas de su generación- no logran encontrarse: ni con ellos mismos, ni con los demás. Es un desesperanzador retrato de época del que tal vez se pueda rescatar la frescura de ciertas escenas, la valentía de Aroya para exponer su intimidad. "Scarred Hearts" es una adaptación libre de la novela homónima del poeta rumano Max Blecher, nacido en 1909, trabajo en el que había reflejado su estadía en una clínica-hotel a causa de una tuberculosis en la columna vertebral. Es la historia de un hombre que mira al mundo desde su cama, enfundado en un corset de yeso o -como dijo su director- "una carta de amor a la literatura de Blecher". Por su parte, el filme de Konchalovskiy relata la historia de tres personas que se encuentran en plena Segunda Guerra, durante el auge de las persecuciones nazis. Sin embargo, el director ruso recorre caminos no convencionales en "Paradise" para dar cuenta, según sus palabras, que el mal no es evidente sino algo "mucho más sofisticado". El jurado de la competencia latinoamericana optó por "Martirio", un documental que retrata la causa de los indígenas guaraní-kaiwá, que defienden sus tierras en Mato Grosso del Sur, amenazadas de ser confiscadas por el Estado. Lo curioso es que el filme es el resultado de imágenes tomadas durante más de cuarenta años, que dan cuenta de las mismas injusticias. En el mismo apartado, también otorgaron un premio especial a "El auge del Humano", ópera prima del argentino Eduardo Williams que no sigue las líneas de la narración tradicional, y "Aire Quemado", del mexicano Yamil Quintana, fue galardonado como el mejor cortometraje de la región. El Premio Estímulo a la Mejor Película Argentina (USD 16.000 en campaña de lanzamiento) fue para una historia simple: la de un joven que trabaja como aprendiz de cocina y realiza incursiones breves en el delito con el sueño de ahorrar para instalar su propio restaurante. En el apartado argentino, el premio al Mejor Director otorgado por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA, USD 8.000) fue para Lukas Valenta Rinner por "Los decentes" y el de Mejor Cortometraje (USD 2.573) para "Murciélagos", de Felipe Ramírez Vílchez. El premio Alfredo Alcón al Mejor Actor se lo llevó Mahershala Alí por "Moonlight", de Barry Jenkins y el Astor de Plata a la Mejor Actriz Sonia Braga, por "Aquarius", de Kleber Mendonca Filho. El controvertido "Nocturama", del francés Bertrand Bonello, recibió una Mención Especial por su fotografía, a cargo de Leo Histin. También los proyectos en construcción (work in progress) fueron distinguidos. El premio INCAA fue para "Extraño", de Natural Arpajou; "Adiós entusiasmo", de Vladimir Durán se llevó el premio Cono del silencio y "Construcciones", de Fernando Restelli el galardón otorgado por Cinecolor.(ANSA).