La campaña por el voto a favor del "sí" o del "no" se encuentra en su recta final y está al rojo vivo. El premier Matteo Renzi, firme defensor del "sí", volvió hoy a destacar que un eventual rechazo de los cambios propuestos en el referéndum implicaría una defensa de lo que define como "la casta".
"Quien vote por el 'no' deja al sistema como está hoy día", precisó al subrayar, como lo viene haciendo desde hace días, que si el domingo los "no" serán mayoría él no está dispuesto a seguir gobernando en las mismas condiciones que hoy día. De hecho, el país podría afrontar una crisis de gobierno: "Es evidente que una votación tan importante como esta tendrá consecuencias incluso sobre el gobierno", afirmó Renzi en una entrevista a Repubblica TV, al recordar que uno de los objetivos de fondo de la reforma es el de aumentar el grado de gobernabilidad del país.
Los sondeos indican que el "no" está al frente aunque hay un gran número de votantes indecisos. En el país domina una gran incertidumbre, hecho que estos últimos días ha repercutido en la marcha de los mercados. Por otra parte, para muchos italianos su decisión del domingo "pro" o "contra" la reforma será en realidad una votación sobre Renzi y las políticas impulsadas por el premier, que acaba de cumplir mil días en el poder. "Estos últimos cuatro días antes de la votación son fundamentales para la victoria de los 'sí'. Lo que debemos hacer entender es que la reforma va a simplificar al país", precisó hoy el primer ministro, quien no se cansa de repetir que su objetivo de fondo es mejorar la eficiencia en el funcionamiento del Estado nacional.
El nuevo texto constitucional propuesto por el gobierno quiere poner punto final al sistema del "bicameralismo perfecto", algo de lo que se habla en Italia desde hace años. Se trata en otras palabras de recortar muchos de los poderes en manos del Senado, que seguiría existiendo pero con funciones muy diferentes -y limitadas- respecto de las de la Cámara de Diputados. Hoy en día ambas cámaras tiene en cambio poderes idénticos y a menudo las propuestas de ley pasan de una a la otra generando interminables debates, hecho que alarga su aprobación y complica la toma de decisiones.
En el caso que se impongan los "sí", habrá por otra parte un corte drástico del número de senadores (de 310 a 100) y el Senado pasará a ser una "Cámara de Regiones y Municipios". El tema del referéndum ha de hecho partido en dos a la opinión pública italiana, generando grupos políticamente muy diferenciados en ambos frentes.

A favor del "no" está todo el centroderecha, como Forza Italia del ex premier Silvio Berlusconi, la Liga Norte de Matteo Salvini y Fratelli d'itaila de Giorgia Meloni, además del movimiento anti-sistema de las Cinco Estrellas de Beppe Grillo.
A favor del "sí" se encuentra en cambio gran parte del Partido Democrático encabezado por Renzi y el Nuovo Centrodestra del ministro del Interior, Angelino Alfano, además de otras fuerzas. Uno de los pesos pesados del PD, el ex premier y ex presidente de la Comisión UE, Romano Prodi, ha hecho saber hoy que está a favor del "sí".
"Las reformas propuestas no tienen el grado de profundidad y claridad necesarias", advirtió Prodi, destacando que de todos modos votará a favor de las reformas. (ANSA).