El "frente antiTrump" fue anunciado después de que la fabricante de aparatos de aire acondicionado Carrier anunció su decisión de mantener 1.000 empleos de su planta en Indianápolis, tras acordar con el futuro mandatario estadounidense subvenciones por 700.000 dólares anuales y contratos militares.
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Juan Pablo Castañón, señaló que es "legítimo" que el nuevo gobierno estadounidense busque mantener empleos en su país, pero también se pueden "aumentar las inversiones y los puestos de trabajo" en ambos lados de la frontera.
"Por eso estamos iniciando diálogos con nuestras contrapartes y empresarios norteamericanos para seguir en la sinergias que requerimos y recomendar políticas públicas a nuestros gobiernos para lograrlo", dijo.
Trump propuso en su campaña someter a revisión el Acuerdo de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN), vigente desde hace 22 años, y que ha triplicado el volumen del comercio bilateral, pero también ha dicho que lo cancelará si no le satisface esta renegociación, aunque esta semana dijo que no lo "dinamitará".
Un primer encuentro entre empresarios de México y Estados Unidos se realizará en fecha próxima, aunque todavía no bien definida, dijo Castañón.
Entre otros, participarían los directores generales de colosos como General Electric o Federal Express, y empresas del sector de energía "que tienen plantas en ambos países, que importan o exportan productos a México" y con empresarios mexicanos "que tienen empresas en Estados Unidos" como Cemex, Bimbo y América Móvil, según el dirigente.
El objetivo es "generar acuerdos, propuestas de políticas públicas, para seguir vinculados y profundizar en el comercio entre ambos países", que totaliza unos 550.000 millones de dólares, de los cuales 50.000 millones son de superávit para México.
Uno de los principales reproches que suele hacer Trump es que el TLCAN es una "supercarretera de una sola vía" que conduce a México, pero que no deja beneficios a Estados Unidos.
Pero el ministerio de Economía de México señala que el intercambio bilateral genera 4,9 millones de empleos en Estados Unidos, los cuales "están presentes en prácticamente todos los estados del país y abarcan todos los sectores de la economía, desde el campo hasta la manufactura".
Castañón reveló que para "blindar" las inversiones de las empresas de Estados Unidos en México, a fin de "hacer frente al escenario complejo e incierto por la llegada de Trump", el gobierno federal está trabajando en "acuerdos" con autoridades provinciales para generar "un paquete de incentivos".
De hecho, hay un compromiso de la autoridad federal para realizar inversiones para 2016 hasta por 20.000 millones de dólares a fin de atraer y mantener a capitales extranjeros, sobre todo estadounidenses.
El presidente Enrique Peña anunció en mayo pasado la creación de cuatro "zonas económicas especiales" en los límites de los estados de Michoacán y Guerrero, entre los estados de Veracruz y Oaxaca, en Chiapas y entre los estados de Campeche-Tabasco, todos en la empobrecida región sureste del país. Sin embargo, Castañón propuso crear esas zonas donde se otorgan facilidades fiscales para la instalación de empresas en la región de la frontera con Estados Unidos, que permitan "hacer más atractivas" las inversiones para las compañías del país vecino. (ANSA).