Señor, Padre nuestros, hemos pecado, estamos en errores, nos alejamos de ti.
Cada día te ofendemos con nuestras acciones y palabras, con nuestra arrogancia, falta de solidaridad, egoísmo, trampas contra nuestros hermanos.
Estamos poseídos por el odio, crímenes, robos, asesinatos, la violencia y la corrupción que están dándonos la muerte, los gritos de dolor, la miseria.
En tanta oscuridad que cubre a los corazones de los venezolanos, ilumínalos, despeja a las tinieblas que no ve tu luz de amor y de paz.
Reúne, Señor, Dios Padre misericordioso, a los venezolanos, porque vuelva tu paz, la paz de Cristo, tu Hijo, que con su sangre nos salvó de la muerte eterna.
¡Libera a los venezolanos! Por sus crímenes, delitos, apropiaciones indebidas. ¡Convierte a los asesinos, a los corruptos, a los hombres malvados que rodean este pueblo!
Interviene, Padre misericordioso, creador, para que el pueblo venezolano, reconciliado contigo y con tú amor, logre la libertad y tu paz.