Calzas con la bandera estadounidense en las calles de La Habana, símbolo del "deshielo".
La Habana (Cuba) - El "antídoto" cubano a las advertencias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra el "deshielo" es "seguir con los negocios como siempre", aunque mezclando sus críticas tradicionales a Washington.
Tal "cóctel" político tropical al menos ha confundido a analistas e incluso a un gobernador norteamericano, el del estado de la Florida, Rick Scott, que apoya al polémico presidente Donald Trump. Scott advirtió a los puertos floridanos Everglades y Palm Beach que aplicaría recortes presupuestarios a esas terminales marítimas si establecían "acuerdos de cooperación con Cuba".
La advertencia hace par de días no fue un concepto general.
Fue dirigida a impedir que las autoridades portuarias establecieran "memorandos de entendimiento" con una delegación empresarial cubana que ha recorrido el sur de Estados Unidos por mas de una semana, coincidiendo con los primeros momentos de la "era Trump". Por su parte, su par cubano, Raúl Castro, aprovechó la conferencia en República Dominicana también esta semana de la CELAC (Comisión de Estados Latinoamericanos y del Caribe) para dejar claro que no accederá a exigencias de Trump, que ha prometido hacerlas. Castro subrayó en su discurso que "Sería deseable que el nuevo gobierno de Estados Unidos opte por el respeto a la región, aunque es preocupante que haya declarado intenciones que ponen en riesgo nuestros intereses en las esferas del comercio, el empleo, la migración y el medio ambiente, entre otras".
Mientras tanto, la delegación comercial cubana continúa "moviéndose" hoy por el sur de Estados Unidos y lo hará, según la agenda, hasta iniciado febrero. Sus "actividades" han sido divulgadas en detalle por la prensa cubana, que ha expuesto que ha sido "bien recibida" no solo en la Florida, sino en otros estados.
El alcalde de Houston, Sylvester Turner, dijo a los funcionarios empresariales que existe "la voluntad e interés" en "estrechar los vínculos comerciales" de esa ciudad con la isla.
La embajada cubana en Washington publicó en la prensa local que los empresarios desarrollaron un recorrido por las instalaciones de la Terminal de Contenedores de Bayport del Puerto de Houston y sostuvo un encuentro con la Autoridad Portuaria de la ciudad.
"Esa reunión fue propicia para dialogar sobre el incremento de los nexos entre el Puerto de Houston, uno de los más activos en Estados Unidos, y el puerto de aguas profundas del Mariel, en el occidente cubano, enclavado en la Zona Especial de Desarrollo del mismo nombre (ZEDM)", expuso la sede diplomática.
En Austin, capital tejana, tuvo lugar además un taller sobre las posibilidades de negocios con Cuba. A diferencia de Scott, el gobernador de Texas, Greg Abbot y el alcalde de Houston visitaron la isla en 2015 y 2016, y apoyan el "deshielo".
Hasta el viernes, el gobierno federal no había comentado el recorrido comercial isleño, pero sí se divulgó que Trump, nombró a Jason Greenblatt, un fuerte defensor de las relaciones con Cuba para llevar las negociaciones con la la nación antillana durante su gobierno. La noticia, que no trajo conjeturas ni en Estados Unidos ni en Cuba, ha sido por lo menos "distinta" entre los análisis casi unánimes que pronostican malos augurios para el "deshielo" bajo el nuevo presidente. (ANSA).
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Calzas con la bandera estadounidense en las calles de La Habana, símbolo del "deshielo".
