A partir de allí Franchon entabló una lucha solitaria por la verdad contra poderosos intereses, que ahora también llegó al cine.
"Una justa, una mujer pura. En su gran candor, no sabe ver el mal. Está solo preparada para ser médica, para asistir y curar a las personas, no busca poder y jamás tiene miedo al compromiso", dijo la actriz y directora Bercot al describir el perfil de la valiente profesional.
Frachon, una neumonóloga francesa, desafío al poder político, las autoridades sanitarias y los laboratorios farmaceúticos en su denuncia contra el medicamento Mediator (benfluorex).
Esta medicina se hallaba ampliamente difundida en tratamientos hospitalarios en Francia, producida por los laboratorios Servier desde 1976 a 2009, y sería responsable de la muerte de, entre 500 a 2.000 enfermos en dicho lapso, por cardiopatías ligadas a su uso.
En la película en el protagónico de la médica se destaca la gran actriz danesa, Sidse Babett Knudsen, ganadora del Premio Cesar por "L'Hermine" ("El juez"), filme de 2015 del director Christian Vincent, y conocida por el público internacional por series televisivas como "Borgen" y "Westworld".
Con un apego absoluto a los hechos y un ritmo de thriller, la directora, desde la perspectiva de la protagonista, recorre el escándalo nacional ligado al Mediator, que había nacido como un antidiabético, para reducir el apetito y perder peso.
El fármaco se produjo en el segundo laboratorio en importancia de Francia, creado por Jacques Servier, fallecido en 2014 y gran amigo personal del ex presidente Nicolas Sarkozy, que en algún período de su vida hasta fue su abogado para algunos temas. En 33 años desde su arribo el Mediator, retirado del mercado en 2009, causó daños a las válvulas cardíacas o determinó el surgimiento de hipertensión en las arterias pulmonares como efectos colaterales no previstos.
Las primeras alarmas se lanzaron en 1998 pero no fueron escuchadas. Luego, gracias al empeño de Frachon, que puso en riesgo incluso su vida, la de sus cuatro hijos y su carrera profesional, el medicamento fue sacado de circulación.
Antes de eso la doctora, que jamás detuvo sus indagaciones ni retiró sus denuncias, había sufrido reiteradas amenazas e intimidaciones que no la hicieron vacilar en sus propósitos.
Las repercusiones todavía prosiguen puesto que, pese a que la responsabilidad civil de la firma Servier fue declarada, el proceso penal está siendo constantemente postergado.
"Desde el momento que esperaba que Irène Frachon decidiera a quien prefería para la adaptación cinematográfica de su libro, almorcé con ella en París algunos meses después de la publicación en Francia", contó Bercot.
"De pronto me dí cuenta que esta mujer pintoresca podía llegar a ser en sí misma un extraordinario personaje de ficción.
Contado por ella, con toda su pasión y emotividad, el caso tomaba una dimensión completamente nueva. No era más la historia del Mediator, sino la de esta mujer extraordinaria", concluyó la directora. (ANSA).