O’Leary es conocido por su lenguaje no diplomático, pero no siempre tras ello hay afirmaciones que pretenden provocar, sino que a veces dice verdades muy claras. La reacción de los sindicatos posterior a su rueda de prensa, hostil y virulenta, confirma sus temores: los sindicatos quieren mantener los puestos de trabajo y los salarios, lo cual es imposible en una empresa como Alitalia donde las pérdidas son incalculables. O’Leary propone algo radical: concentrarse en los vuelos internacionales, que sí son más viables y dejar que Ryanair los alimente.
Esto nos aporta datos claros: O’Leary ya no disimula que Ryanair, Easyjet y Vueling controlan el mercado de vuelos interiores italiano, sin que Alitalia tenga hoy un papel importante, sobre todo si la compañía quiere sanearse; en segundo lugar, y muy importante, Ryanair parece tener decidido no entrar en los vuelos internacionales, terreno en el que se está adentrando Norwegian, para nerviosisimo general en el sector. Y tercero, que el acuerdo Alitalia con Air France no sirve para Alitalia y sí a Air France, pero que no tiene futuro…