"Boteros" de La Habana, taxis particulares en viejos autos de EEUU
La Habana (Cuba) - En la capital cubana ni los taxis privados ni los estatales "paran" a los clientes, en medio de una "tormenta de precios" que -pese a medidas de las autoridades en el último mes- no mejora, según opinó un pasajero frustrado.
"No se pueden establecer topes de precio en un negocio en el que tú no influyes. El gobierno no asegura combustible ni piezas. Los almendrones (taxis privados NDR) hacen igual que los taxis estatales, no paran", dijo un profesor universitario de la ciudad, Irán Marqueti, a la publicación digital habanera Cubadebate.
La reacción de Marquetti resume solo parcialmente la verdadera tormenta desatada en el transporte público por los "trucos" (manipulaciones) de los también llamados boteros, taxistas por cuenta propia, que con sus "almendrones", viejos autos estadounidenses, tratan de aumentar sus tarifas sin romper de manera evidente la legalidad. El profesor "tocó" además con su crítica a las autoridades.
El artículo de Cubadebate describió algunas causas de esas turbulencias actuales y llegó indirectamente a proponer "el regreso" de una organización que hace décadas reunió a los "choferes del alquiler" en toda Cuba, la denominada "Asociación Nacional de Choferes de Alquiler Revolucionarios (ANCHAR)", que en su momento, y también bajo críticas, desapareció sin dejar rastros.
Habaneros con la suficiente edad recuerdan a los conductores de la ANCHAR elegantes, algunos usando corbatas pese al calor tropical, amables y decididos a detenerse para transportar a sus clientes quizá en medio de una grata conversación cualquiera.
"Los taxistas de ahora no son así, definitivamente, ni los estatales ni los privados", dijo a ANSA Ofelia Díaz, de 72 años de edad y jubilada. "No puedo decir que sean elegantes, la verdad. Y a veces son directos y sin palabras cuando no la toman a una como pasajera. Con mover negativamente la cabeza ambos lados les basta". Pero Ofelia, que se considera como "realista" aseguró que "resuelven (los problemas) cuando una está apurada aunque de verdad que cobran demasiado".
Cubadebate subrayó de manera "balanceada" que mientras los boteros "aprietan el acelerador y deciden subir los precios", las "medidas institucionales intentan ponerles freno", mientras que "al filo de la carretera, sin ver la solución pasar, persiste la población de La Habana". Agregó que los boteros "son el único medio para viajar con cierta rapidez dentro de La Habana". Sobre la afirmación de que la situación de los taxistas privados en La Habana esconde un prejuicio hacia las labores privadas, Iván Hernández, un empleado público, dijo no estar de acuerdo. "En La Habana el transporte ha sido muy complicado incluso en épocas de preponderancia absoluta de las guaguas (autobuses) operadas solo por el Estado", estimó.
Por ello quizá al profesor Marqueti le pareció oportuno defender la desaparecida ANCHAR, una mezcla en cuanto a propiedad de los autos. "Se debió explorar experiencias pasadas", explicó no sin cierta nostalgia. Sobre esa base Cubadebate anunció un reportaje próximo al respecto, porque, expuso, la entidad "evidenció que los taxis pueden funcionar de manera organizada".(ANSA).
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"Boteros" de La Habana, taxis particulares en viejos autos de EEUU
