"La repostería de Buenos Aires es muy rica por las históricas migraciones: italianos, españoles, alemanes, rusos y judíos trajeron sus recetas y costumbres, que convergieron para crear una pastelería argentina", dijo a ANSA Javier Alonso, presidente de la Cámara de Confiterías argentina. Cincuenta locales porteños ofrecerán degustaciones y actividades especiales -también sorpresas- para honrar a la ciudad, consagrada como Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica 2017. El galardón, otorgado por las Academias Argentina e Iberoamericana de Gastronomía, valora el posicionamiento que logró en los últimos años la capital argentina como destino gastronómico, elegido por millones de turistas de todo el mundo.
    El objetivo del evento, organizado por la Cámara de Confiterías de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (AHRCC) y el Sindicato de Pasteleros argentinos, es promover la elaboración artesanal de alimentos con materias primas naturales y saludables y siguiendo al pie de la letra las recetas tradicionales. Es la ecuación perfecta para agasajar al paladar con sabores y texturas caseras. "La idea central es jerarquizar el trabajo del maestro pastelero, que reproduce clásicos y crea variantes, a partir de ingredientes autóctonos", subrayó Alonso. Por lo tanto, serán siete días para olvidarse de las dietas y disfrutar de innumerables variedades dulces, creadas por maestros pasteleros, generalmente entre bambalinas pero que esta vez darán un paso al frente. También, será una ocasión para hacer un ilusorio viaje al pasado, cuando la kermesse era un espacio de festejo y encuentro: un "móvil dulce" recorrerá más de 35 puntos de la capital argentina y sus alrededores para ofrecer degustaciones y experiencias lúdicas.
    El homenajeado de esta edición de la Semana de la Pastelería Artesanal será el dulce de leche, símbolo argentino si los hay, aun teniendo en cuenta que otros países disputan su autoría. No hay turista -ni porteño de ley- que no identifique a Buenos Aires con el dulce de leche, tras haber quedado prendado con alfajores de maicena, bolas de fraile (masa frita rellena y bañada en azúcar), churros, cubanitos (barquillos con dulce de leche), medialunas rellenas y tortas varias que incluyen este inigualable ingrediente. Estos días serán una buena oportunidad para conocer, o volver a visitar, las antiguas confiterías porteñas, que son como faros en cada uno de los barrios de la ciudad y están muy vinculadas a distintos representantes de la cultura argentina -músicos, escritores, poetas-, sus fieles clientes y también fuente de cientos de anécdotas. Y, claro está, cada una tiene su especialidad: las "facturas" (variedad de masas dulces) de manteca y grasa son la de La Nueva San Agustín, en el barrio de Palermo; la "Torta Nora", una suave mousse de chocolate cubierta con ramas de chocolate artesanal, es el distintivo de Gran Córdoba Eventos, en Villa Crespo. Para quien opte por los clásicos cañoncitos y dulces de hojaldre, La Nueva Muguet, en Villa del Parque, es el lugar indicado. Los más modernos muffins y cookies están en Nucha, en todas las sucursales de la ciudad; la Torta Fondant hay que buscarla en la confitería Dos Escudos, en Recoleta y el budín de chocolate con dulce de leche al rhum, en La Buenos Aires, en Flores. Un dato: la Pastelería El Progreso, en Recoleta, tiene como especialidad el "pan dulce", no solo disponible para la Navidad sino durante todo el año. Todas estas delicias tienen sus adeptos pero, según un sondeo realizado por los organizadores de este evento, las muy típicas "facturas" son las más elegidas por los consumidores (33%) al visitar una confitería. En segundo lugar están las tortas (24%) y las masas finas (18%).
    Otro dato que arrojó el estudio de consumo es que el 90% de los consultados valora la elaboración artesanal que realizan los pasteleros: "calidad"; "trayectoria" y "atención personalizada" son los atributos más destacados a la hora de explicar por qué acuden a estos locales. Algo destacable es que si bien mantienen sus tradiciones han sabido adaptarse a estos tiempos. Por eso, muchos de ellos no solo incorporaron productos catalogados como "saludables" o para celíacos (personas con intolerancia al gluten) sino que ofrecen "monoporciones" de diferentes tortas. El móvil dulce, devendrá en una kermesse andante: además de visitar 35 confiterías de la Ciudad y el Gran Buenos Aires, propondrá diferentes juegos para descubrir la esencia de la pastelería elaborada de manera artesanal. Quienes se animen a participar se llevarán dulces y sabrosas sorpresas. El recorrido completo del móvil, la agenda de eventos y el listado completo de confiterías participantes puede consultarse en www.pasteleriaartesanal.com. También los espacios públicos de la ciudad se suman a esta iniciativa: en distintos puntos, los maestros pasteleros harán demostraciones de preparados y decoraciones, presentarán nuevas tendencias, ofrecerán degustaciones y realizarán sorteos entre los visitantes. (ANSA).