Salvador Quishpe, prefecto de la provincia amazónica de Zamora Chinchipe, quien participa en la "marcha por la vida y la dignidad", dijo que Correa en sus ocho años y medio en el poder, solo ha beneficiado a los sectores poderosos, pese a que se define como un gobernante de izquierdas, indicó.

"Basta ya de decir que los indígenas están con la derecha y que estamos financiados por la derecha (...). La derecha está en Carondelet (el palacio de Gobierno)", señaló Quishpe al insistir en que los indígenas permanecerán movilizados "el tiempo que sea necesario".

El pasado 2 de agosto, indígenas reunidos en la provincia amazónica de Zamora Chinchipe iniciaron una marcha hacia Quito para exigir rectificaciones a Correa en temas relacionados, entre otros, con la educación.

Los indígenas exigen, además, el archivo de unas enmiendas constitucionales, que trata la Asamblea, y que los grupos de oposición consideran que podría perpetuar a Correa en el poder.

Carlos Pérez, presidente de la Ecuarunari, filial quichua de la Conaie, dijo a periodistas que el "levantamiento indígena", convocado este lunes se extenderá a todo el país con acciones de paralización en todas las comunidades.

Añadió que ese levantamiento se sumará al "paro nacional" o huelga general convocada por el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) para el próximo jueves y que es criticada por otros gremios de trabajadores afines al oficialismo.

Pérez explicó que la marcha indígena llegará mañana miércoles a Quito, tras recorrer más de 700 kilómetros, en una demostración del descontento popular ante varias políticas del Gobierno y remarcó que la protesta indígena y la sindical no buscan desestabilizar al Gobierno de Correa.

Pérez dijo que es la propia Administración central la que, en su opinión, se está derrumbando por una serie de supuestos desaciertos cometidos, sobre todo en torno a la aplicación de una ley de Aguas y el proyecto de una nueva normativa de Tierras.

Insistió en que son los desaciertos en el cumplimiento de las demandas de la población los que han llevado a Correa a la impopularidad y al desprestigio entre los movimientos sociales que le piden rectificaciones, si bien el oficialismo asegura tener una amplia aceptación popular, incluso en sectores indígenas.

"Correa ya está caído, Correa ya está abajo, ahora lo que hay que hacer es que se derrumbe el colonialismo que está acabando con nuestra educación bilingüe (quichua-español), que está acabando con nuestro idioma ancestral, con nuestra medicina ancestral", añadió.

Pérez también criticó lo que tildó de política "extractivista" de la actual Administración y cuestionó los grandes proyectos mineros por considerar que benefician a grandes trasnacionales en detrimento de las poblaciones y el medioambiente.

Se prevé que la marcha indígena llegue hoy a las afueras de Quito y que mañana ingrese a la ciudad, donde esperan que otros grupos populares se unan a la protesta.

Correa, quien ha señalado en los últimos días que su administración ha trabajado en beneficio de amplios sectores, entre ellos el indígena, pidió hoy a sus correligionarios "trabajar con mucho más amor por la patria" ante el anunciado paro del jueves.

En su red social Facebook, Correa admitió el lunes que esta será una "semana crucial para el país. Está en juego el pasado o el futuro, un salto cualitativo fundamental: o nos siguen condicionando las mismas élites de siempre -indígenas, laborales o burguesas-, o finalmente liberamos al país de los paros, piedras y del luto", señaló.

Correa incluso advirtió que la protesta de indígenas y sindicatos podría hacerle el juego a supuestos intereses desestabilizadores de grupos conservadores de derecha.

No obstante, la Conaie, en un manifiesto difundido ayer para convocar al "levantamiento", pidió al Gobierno que no haga ese tipo de conjeturas y que se empeñe en resolver las demandas de los sectores populares. EFE