Roma (Italia) - Otra vez el agua de la Fontana de Trevi se tiñó de rojo, por obra del artista Graziano Cecchini, quien ya en 2007 había coloreado el emblemático monumento en el centro de Roma.
Cecchini, no obstante, fue detenido hoy por guardias urbanos y llevado hacia unas oficinas para que aclare el hecho. Antes, el hombre había logrado eludir los controles en la plaza y derramar en el interior de la fuente un colorante rojo contenido en una lata. El acceso a la Fontana quedó inhabilitado por los guardias. Centenares de turistas, atraídos por el color del agua en la fuente, aprovechaban para sacar fotos antes de que los agentes de policía terminaran de colocar las cintas para prohibir el acceso. Cecchini, en un comunicado, protestó y dijo que "en 10 años pocas cosas cambiaron, muchas de ellas para peor". "Roma -escribió- siempre fue el espejo del país y hoy Roma está apagada, dormida en medio de su suciedad y corrupción. Roma necesita reaccionar, despertarse de ese entumecimiento y gritar 'no aguanto más'".
"A 10 años respecto de mi performance para tratar de movilizar los ánimos -continuó-, acepto el riesgo de elevar la voz por todos aquellos que piensan que 'no hace falta', 'no sirve para nada'". A juicio del artista, la Fontana de Trevi vuelve a teñirse de rojo "para gritar Roma no está muerta, que está viva y lista para ser la capital del arte, de la vida, del renacimiento". (ANSA).
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