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El popular encuentro musical se realizará del 6 al 10 de febrero en el Teatro Ariston de Sanremo y las previsiones de ganancias fueron adelantadas por Angelo Teodoli, director de la cadena televisiva Rai1 en una conferencia de prensa.
"Los costos del Festival suman unos 16,6 millones de euros, incluidos los cinco millones del acuerdo con la Comuna de Sanremo, igual que el año pasado, mientras que los ingresos publicitarios pueden cuantificarse hasta hoy en 25 millones de euros, cifra también similar al año pasado, a lo que se agrega un millón de recaudación comercial", calculó Teodoli.
En el rubro de recaudación comercial se suman principalmente la venta de tickets para el Ariston, el uso de la marca comercial y los beneficios por el tele-voto.
"La cifra de recaudaciones publicitarias aún puede crecer, mientras que también pueda ahorrarse algo de los costos", observó el director de Rai1. Persiste la máxima discreción, como siempre, sobre el cachet de las estrellas, aunque los rumores hablaron de unos 600 mil euros para el cantautor Claudio Baglioni, como director artístico y 400 mil euros para la modelo suiza Michelle Hunziker y 300 mil euros para Pierfrancesco Favino, juntos en el rol de anfitriones y caras visibles sobre el escenario del Ariston. Por supuesto, estas cifras no fueron confirmadas ni negadas por la organización.
"Con Baglioni pensamos sobre todo en la construcción de un festival que apunte al aspecto artístico más que al televisivo en sentido clásico. Tenemos una densidad de cantantes y artistas muy fuerte. La parte televisiva estará, obviamente, pero no será el faro que orientará el festival", añadió Teodoli.
Se apunta a una audiencia similar a la del año anterior y así lo reflejan los tarifarios de los listados de publicidad de la Rai: "Los precios permanecen idénticos a los de 2017", explicó Francesco Siliato, socio del Estudio Frasi y experto en comunicación para el encuentro.
"El primero y el último corte publicitario de la primera velada fueron vendidos a 241.500 euros. Por una parte, evidentemente, se tomó en cuenta el hecho de que el mercado no está en grado de sostener un aumento de precios, por otra, esperamos lograr cifras similares de audiencia", prosiguió Siliato.
"El año pasado, por ejemplo, el primer corte de la primera velada tuvo 10,8 millones de telespectadores, el segundo, 13,2 millones. Se piensa que los primeros cuatro cortes rondarán un promedio de audiencia entre 11 y 13 millones de personas", estimó.
Seguramente no será fácil repetir el gran éxito del año pasado, que con un 50,6% fue para Sanremo la cuarta mejor medición de audiencia del nuevo milenio, sólo superada por las ediciones de 2000, 2002 y 2005, pero en aquellos años "se trataba de otra era comunicacional", según el experto.
"Los programas que superan los 10 millones de espectadores ya son pocos: Sanremo permanece como un imprescindible y la Rai se compromete al máximo en su planificación publicitaria", concluyó Siliato. (ANSA).
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El tradicional Festival de la Canción de Sanremo prevé desde ahora "un balance positivo de 9 a 9,5 millones de euros" por ingresos publicitarios y comerciales con su transmisión masiva por TV a todo Italia en su edición número 68 de este año.
El popular encuentro musical se realizará del 6 al 10 de febrero en el Teatro Ariston de Sanremo y las previsiones de ganancias fueron adelantadas por Angelo Teodoli, director de la cadena televisiva Rai1 en una conferencia de prensa.
"Los costos del Festival suman unos 16,6 millones de euros, incluidos los cinco millones del acuerdo con la Comuna de Sanremo, igual que el año pasado, mientras que los ingresos publicitarios pueden cuantificarse hasta hoy en 25 millones de euros, cifra también similar al año pasado, a lo que se agrega un millón de recaudación comercial", calculó Teodoli.
En el rubro de recaudación comercial se suman principalmente la venta de tickets para el Ariston, el uso de la marca comercial y los beneficios por el tele-voto.
"La cifra de recaudaciones publicitarias aún puede crecer, mientras que también pueda ahorrarse algo de los costos", observó el director de Rai1. Persiste la máxima discreción, como siempre, sobre el cachet de las estrellas, aunque los rumores hablaron de unos 600 mil euros para el cantautor Claudio Baglioni, como director artístico y 400 mil euros para la modelo suiza Michelle Hunziker y 300 mil euros para Pierfrancesco Favino, juntos en el rol de anfitriones y caras visibles sobre el escenario del Ariston. Por supuesto, estas cifras no fueron confirmadas ni negadas por la organización.
"Con Baglioni pensamos sobre todo en la construcción de un festival que apunte al aspecto artístico más que al televisivo en sentido clásico. Tenemos una densidad de cantantes y artistas muy fuerte. La parte televisiva estará, obviamente, pero no será el faro que orientará el festival", añadió Teodoli.
Se apunta a una audiencia similar a la del año anterior y así lo reflejan los tarifarios de los listados de publicidad de la Rai: "Los precios permanecen idénticos a los de 2017", explicó Francesco Siliato, socio del Estudio Frasi y experto en comunicación para el encuentro.
"El primero y el último corte publicitario de la primera velada fueron vendidos a 241.500 euros. Por una parte, evidentemente, se tomó en cuenta el hecho de que el mercado no está en grado de sostener un aumento de precios, por otra, esperamos lograr cifras similares de audiencia", prosiguió Siliato.
"El año pasado, por ejemplo, el primer corte de la primera velada tuvo 10,8 millones de telespectadores, el segundo, 13,2 millones. Se piensa que los primeros cuatro cortes rondarán un promedio de audiencia entre 11 y 13 millones de personas", estimó.
Seguramente no será fácil repetir el gran éxito del año pasado, que con un 50,6% fue para Sanremo la cuarta mejor medición de audiencia del nuevo milenio, sólo superada por las ediciones de 2000, 2002 y 2005, pero en aquellos años "se trataba de otra era comunicacional", según el experto.
"Los programas que superan los 10 millones de espectadores ya son pocos: Sanremo permanece como un imprescindible y la Rai se compromete al máximo en su planificación publicitaria", concluyó Siliato. (ANSA).
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