El presidente de Italia, Sergio Mattarella, sostuvo hoy que el "estancamiento" no puede persistir en la medida en que el país necesita un gobierno "en la plenitud de sus poderes", motivo por el cual avisó que si no se llega a un acuerdo él mismo tomará una decisión. Mattarella está perdiendo la paciencia aunque es consciente de que se está intentando un acuerdo entre la Liga Norte y el M5s. Por eso dio un ultimátum a las fuerzas políticas sin cerrar las puertas y dar otra semana para ver señales de existencia de un pacto, después del cual asumirá él mismo la iniciativa. El presidente de la República dio hoy un resumen de la segunda ronda inútil de consultas, y mostró una mezcla de preocupación y amargura.
"No vi progresos", aseveró.
Pero el tiempo pasa y se aproximan calendarios importantes como el Consejo europeo de finales de junio. Por tanto, se necesita un gobierno, como recordó hoy Mattarella. "Esperaré algunos días en los que -aseguró- evaluaré cómo proceder para salir del estancamiento".
Eso significa que el presidente deberá encomendar una tarea a alguien para mover las aguas. Sea para una misión exploratoria o un preencargo, es decir, un mandato dado a un político para determinar la posibilidad de dar vida a una mayoría del gobierno, lo decidirá sobre la base de lo que le cuenten los líderes políticos. Lo que es seguro es que no habrá una tercera ronda de consultas y que el Palacio del Quirinal no quiere escuchar sobre elecciones anticipadas, ni siquiera en octubre. Pero fuera del palacio, el clima no parece ser tan constructivo y los tonos son elevados En espera de un cara a cara con Luigi Di Maio, del M5S, lo que podría concretarse el domingo en el evento dedicado al mundo del vino "Vinitaly", el líder de la Liga Norte italiana, Matteo Salvini, debe pensar en estas horas un poco acerca de su aliado Silvio Berlusconi.
Esto mientras se esperan las regionales en Molise, el próximo 22 de abril, y en Friuli Venezia Giulia.
Hoy, en Molise, el "Cavaliere" llamó a no votar a M5s pero, sobre todo, le aclaró a Salvini que no se rendirá. "Nadie me puede decir a mí qué cosa debo hacer: soy un líder político y nadie puede decir 'tú sí o tú no'. En democracia es algo inaceptable". También Berlusconi aseguró que su rol "non lo decide Di Maio", quien hoy permaneció en silencio. La semana pasada, tras el veto del líder de Forza Italia (FI) que impuso el Movimiento 5 Estrellas (M5S), Salvini, de la xenófoba Liga, relanzó la unidad de la coalición de derechas en la que ambos son socios pero hizo una clara advertencia: "el único gobierno posible es entre la centroderecha y el M5S".
Salvini intentó luego esterilizar las condiciones impuestas por Luigi Di Maio, del M5S -el partido que obtuvo más consenso (32%) en las elecciones del 4 de marzo-, quien apunta a ser el próximo primer ministro, pero excluyó como aliado para lograrlo al partido de Berlusconi. Hoy, dentro del Movimiento Cinco Estrellas, Alessandro Di Battista, alzó el nivel de confrontación con la Liga, pues dijo que Salvini, ayer, movía la boca mientras "Berlusconi hablaba". "Todo eso indica que algo no funciona en este país. Espero que Italia pueda liberarse del 'berlusconismo'". También dijo esperar que Salvini "tenga el coraje de despegarse de Berlusconi". "Pero a lo mejor no puede hacerlo. A lo mejor hay cosas que no sabemos. Se habla de garantías, de dinero dado a la Liga", añadió.(ANSA).