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La actriz celebra la fecha los "amigos" que la han "acompañado hasta aquí" y "con una fiesta que quiere ser un feliz triunfo de la estirpe siciliana", de sus "raíces".
La actriz de Messina, nacida el 27 de julio de 1968, que con poco más de 20 años se convirtió en testimonio para siempre de Massimo Troisi y del "Postino", el filme de Michael Radford, es uno de los personajes más amados del espectáculo italiano, exuberante y sonriente, disponible y para nada distante.
"Soy feliz, la cifra no me asusta -dice en una entrevista con ANSA-. Es inútil luchar contra el tiempo que pasa, vivo bien o mejor... busco hacerlo, cada minuto y persistir en cosas poco importantes, es algo que aprendí a no hacer".
Y agrega: "No digo que sea una receta, sino el modo de tomar las cosas, la vida, las dificultades que encontramos. A veces nos perdemos detrás de la basura, omitiendo lo que nos hace sentir bien. Tengo 50 años, me siento 'sabia' y de 15 años de edad al mismo tiempo, la edad me la recuerda la artritis de vez en cuando, de lo cual sufro, por lo demás vivo la vida".
Con una hija, Giulia, de 17 años, criada con su marido Giulio Violati, con una mentalidad empresarial que la convirtió en productora cinematográfica en China, cuando aquel inmenso mercado no la había descubierto nadie, Maria Grazia siempre tiene proyectos.
Ahora prepara la serie web/tv "Teen" con Paula Boschi y producida por Seven Dreams con la colaboración de Action Academy, con temas ligados a la adolescencia que le llegan al corazón, como el acoso cibernético y los desórdenes alimentarios.
El 29, dos días después del cumpleaños, la súper fiesta #mizzica50 sobre la Appia Antica a cargo de Antonio Riccio y Nando Moscariello: "Quería ser una fiesta sorpresa pero descubrí a mis amigos que la organizaban", bromeó Cucinotta.
La actriz dijo: "Apuntar al aspecto físico es ponerte un arma contra ti misma porque al tiempo que pasa solo puedes oponerle una sonrisa. La receta única que conozco para la belleza es estar bien y amarse siempre, a cualquier costo, respetarse".
"Cincuenta años después de que tal vez te pasaste haciéndote amar por los otros, comenzar a amarnos a nosotros mismos es un buen nuevo comienzo, recomenzar así, amarse, autoestimarse.
Intento enseñarle siempre esto a mi hija aunque sé que es con la edad que se adquiere cierta conciencia: saber que vales te lo debes a ti", concluyó. (ANSA).
