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Matteo Politano, jugador del Sassuolo que ingresó a los 87' por Kevin Lasagna (del Udinese), sentenció el partido en el cuarto minuto adicionado por el árbitro turco Cuneyt Cakiren el estadio Luminus Arena, de Genk.
"Debimos haber convertido antes. Hasta el gol, creía que el partido iba a finalizar empatado y hubiese sido una lástima para mis jugadores y para todos los italianos", resumió Roberto Mancini, entrenador de la "azzurra".
"Así es el fútbol, por suerte. Lo más importante es que hicimos un buen partido con muchos que jugaron juntos por primera vez. Estamos en línea o tal vez un poco más adelante de lo que esperábamos", completó.
Italia, que de la mano de Mancini busca iniciar un nuevo ciclo tras aquella frustrada clasificación al Mundial de Rusia, venía de desaprovechar su chance de jugar la final de la flamante Liga de Naciones.
Fue al empatar sin goles en Milán, escenario de aquel "sacrilegio", el sábado frente a un Portugal que avanzó a la ronda decisiva del torneo continental de selecciones por un grupo que marcó el descenso de Polonia.
Con algunas caras nuevas respecto de aquel duelo, entre ellas Leonardo Bonucci y Federico Chiesa, Italia hoy tuvo en Politano y en Marco Verratti a sus figuras, frente a un Estados Unidos en el que se lució el arquero Ethan Horvath, del Brujas.
En la "azzurra" debutó el primer "millennial": Moise Kean, delantero de Juventus nacido el 28 de febrero de 2000 y quien ingresó por Domenico Berardi apenas superado el cuarto de hora en el complemento del partido.
Por un momento, quien se robó el protagonismo fue un muchacho que saltó a la cancha apenas comenzado el segundo tiempo sólo para abrazarse con Bonucci primero y después con Francesco Acerbi, quien sólo atinó a reir.
El intruso se retiró acompañado por los efectivos de seguridad.(ANSA).
