La realizadora italiana Lina Wertmuller recibirá un Oscar a la carrera: el anuncio de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood parece cumplir el deseo expresado por Maria, la hija de la cineasta, hace pocos días en Cannes, cuando afirmó que "un Oscar a la carrera no estaría mal".
¿Se lo habrá prometido Leonardo DiCaprio, que sorpresivamente en el festival la buscó y quiso estrecharle la mano, en una foto histórica tomada por Pietro Coccia, el fotógrafo italiano apenas fallecido que hoy llora el mundo del cine? Su historia y su filmografía son ricas en récords, y ahora que superó los 90 años y ya casi nada le importa de premios ganados o no, el reconocimiento de la Academia suena realmente al reconocimiento por toda una vida.
Lina Wertmuller, nacida en Roma el 14 de agosto de 1928, fue la primera mujer candidata al Oscar como mejor realizadora por el film "Pasqualino Settebellezze" en la ceremonia de 1977, y cinco años antes había sido la primera mujer en concurso en Cannes, con "Mimi' metallurgico" en 1972. Junto con ella, el 27 de octubre en los 11° Annual Governors Awards dell'Academy habrá otros tres premiados por su carrera: David Lynch, Wes Studi y Geena Davis.
Se trata de reconocimientos -subrayó la Academia- orientados a una mayor valorización de las mujeres y de los grupos subrepresentados.
La obra de Wertmuller, sus películas de ruptura en los años 70, son desde siempre muy amados en el mundo, donde se le dedicaron numerosas reseñas. La última, en Londres en marzo, será seguida por otra en Manchester este verano boreal.
Entre sus muchas obras -del "Giornalino di Gian Burrasca" en la televisión de los 60, con Rita Pavone, a sus más de 20 películas- "Pasqualino Settebellezze" sigue siendo el film más famoso y sella una alianza con Giancarlo Giannini, que tiene por la realizadora más que respeto una auténtica veneración.
El film obtuvo una candidatura a los Globos de Oro y cuatro al Oscar, entre ellas una como mejor directora, la primera vez en absoluto para una mujer en la historia de la Academia.
Es una apología inteligente y feroz del arte de arreglarse y sobrevivir a toda costa, típica de la cultura napolitana, con Giancarlo Giannini como el hombre que en la Nápoles de 1936 mata al seductor de una de sus siete y feas hermanas, y es encerrado en un manicomio criminal del que sale como voluntario de guerra para terminar en un campo alemán y convertirse en "kapo".
Inútil preguntarle cuál, de toda su filmografía, es su película favorita: Lina, como hizo recientemente en el Festival de Cannes para presenciar la restauración de su "Pasqualino" de parte del Centro Experimental de Cinematografía, responde siempre que no lo sabe. Y su hija Maria, que con Valerio Ruiz proteger a la anciana realizadora, agrega que "mamá nunca lo dijo, son todos sus hijos".
(ANSA).
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