La fundación Franco Zeffirelli, ubicada en Florencia, anunció hoy que el fallecimiento del también escenógrafo y amante de la ópera "tuvo lugar tras una larga enfermedad" y que "el maestro reposará en el cementerio Porte Sante" de esa ciudad. Gianfranco Corsi, tal su verdadero nombre, había nacido en Florencia el 12 de febrero de 1923. Era el hijo ilegítimo de un comerciante de lanas, Ottorino Corsiuna, y una diseñadora de moda, Adelaide Garosi Cipriani, que tenía un negocio en el centro de la ciudad.
Ambos estaban casados, por lo que la llegada del niño fue un escándalo y eso hizo mella en el negocio de su madre, que falleció cuando su hijo tenía seis años. Garosi, admiradora de Mozart, quiso darle al niño el nombre del aria de Idomeneo llamada "Zeffiretti lusinghieri", pero -como suele suceder- en el registro civil se equivocaron y escribieron "Zeffirelli".
Pocos saben de la infancia difícil de Gianfranco aunque no hay quien no reconozca las películas de Franco Zeffirelli con solo ver un fotograma. Llegó al cine a través de Vittorio de Sica, Roberto Rossellini y Luchino Visconti, con quienes trabajó como asistente de dirección. A Visconti lo conoció en Roma, cuando Zeffirelli actuó en una adaptación teatral de "Crimen y Castigo", dirigida por aquél. En 1948 se convirtió en su asistente de dirección durante el rodaje de "La terra trema", el inicio de un vínculo sólido, vital, borrascoso y fecundo, que involucró los afectos de Zeffirelli, su formación estética y su carrera.
Aquel "gran amor" fue revelado por el director de "Hermano Sol, Hermana Luna" hace unos quince años cuando publicó "Autobiografía", un libro en el que se confesó homosexual -odiaba la palabra "gay", la consideraba "ofensiva"- y en el que describió su vínculo con Visconti como "una amor atormentado, roto, pero no apagado". Tal vez, sin Visconti, el joven huérfano jamás hubiese pisado los escenarios más famosos, no se habría convertido en amigo y confidente de estrellas como Anna Magnani, Maria Callas o Richard Burton y no habría podido debutar detrás de cámaras con "Camping", en 1957.
Ese pasado fulgurante y afortunado, fue también un signo crítico que durante muchos años no abandonó la imagen de Zeffirelli, hasta que se convirtió en fuente de orgullo, pero también de maldición: lo describieron como un calígrafo, un esteta, un escenógrafo vestido de director.
Vale recordar una pieza vibrante, el documental sobre la inundación de Florencia rodado en 1966 con la voz en off de Burton y el éxito mundial de "La fierecilla domada" (1967), protagonizada por la explosiva pareja Burton-Lyz Taylor y "Romeo y Julieta" (1968).
El hilo conductor fue la pluma de William Shakespeare, cuyo idioma le abrió al director italiano las puertas de la fama internacional, imprimiéndole un halo de cultura italiana a la gran tragedia isabelina.
Cuatro años más tarde, cuando se estrenó "Hermano Sol, Hermana Luna" (1972), Zeffirelli ya era una estrella que gozaba también de reconocimiento por su trabajo de "reggiseur".
Cabe recordar que en 1960 fue tan exitosa su dirección de la ópera "Lucía di Lammermoor" en la Royal Opera House de Londres que poco después provocó una revolución con su versión de "Romeo y Julieta" en el Old Vic, cuyos escenarios recreaban de manera muy realista Italia. La obra, protagonizada por unos muy jóvenes John Stride y Judi Dench, le valió un premio Tony por el diseño.
El teatro fue también un gran amor para Zeffirelli. Su versión de "Aída", de Giuseppe Verdi, hizo historia, por lo que en repetidas oportunidades fue invitado a inaugurar la temporada de la Sclala de Milán.
Siempre buceó entre el teatro y el cine, aunque éste tuvo sin dudas un carácter operístico.
Sus películas de la madurez tal vez no lograron el mismo éxito de las ya nombradas, a las que suman "Jesús de Nazareth" (1977) y "Cavalleria rusticana" (1982), entre otras. No tuvieron muy buen recibimiento su versión de "Hamlet" (1990), protagonizada por Mel Gibson ni su elegante "Jane Eyre" (1996) o la autobiográfica "Un té con Mussolini" (1999). Con todo, su fama internacional lo convirtió en el único director italiano que podía ostentar el título de Caballero de la Orden del Imperio Británico, que la reina Isabell II le entregó en 2004. Zeffirelli era polémico, feroz en sus juicios, así como también mostraba sus fragilidades. Era orgullosamente faccioso, tanto en el deporte como en la política y se a veces se consideraba un extranjero en Italia. En 1994 ingresó en el Parlamento, electo senador en Catania por Forza Italia: el partido de derecha del controvertido Silvio Berlusconi en el que su anticonformismo, especialmente en materia de cultura, incomodó a más de uno.
La política le da su adiós al "maestro"
El ámbito de la política, donde también incursionó el realizador, actor, vestuarista y escenógrafo italiano Franco Zeffirelli, despidió hoy al "maestro" con cálidos mensajes a través de las redes sociales.
"Profunda conmoción por la desaparición del maestro #FrancoZeffirelli. Embajador del cine, del arte y de la belleza.
Un gran director, guionista y escenógrafo. Un gran hombre de la cultura", escribió hoy en Twitter el presidente del Consejo italiano, Giuseppe Conte. En el mismo sentido se expresó el vicepremier Luigi Di Maio: "El arte, la cultura e Italia toda deben mucho al maestro #FrancoZeffirelli y a su espíritu crítico y creativo. Gracias por las emociones y los sentimientos profundos. Permanecerás en los corazones y en la historia de este país", tuiteó.
"Con la desaparición de Franco Zeffirelli perdemos un pilar del cine, del teatro y de la ópera. Estamos cerca de sus seres queridos y del dolor, sabiendo que sus obras y su espíritu crítico continuarán manteniendo vivo su recuerdo y su arte", afirmaron hoy los parlamentarios del Movimiento 5 Estrellas que integran la Comisión de Cultura en el Senado.
En tanto, el alcalde de Florencia, ciudad natal del director de "Romeo y Julieta", anunció hoy que "el lunes por la mañana, en el Palazzo Vecchio, será preparada la cámara ardiente para el Maestro Zeffirelli", donde "todo el mundo podrá saludarlo en su Florencia". La Fundación Zeffirelli, ubicada en Florencia, anunció hoy a través de un comunicado que los familiares del realizador decidieron trasladar la cámara ardiente a Florencia, inicialmente prevista en el Capitolio de Roma. El realizador dedicó buena parte de su vida al compromiso político. Muy amigo del expresidente del Consejo y actual líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi, Zefirelli fue senador durante las 12da y 13ra legislaturas por el partido del "Cavaliere".
Zefirelli fue electo por primera vez el 18 de abril de 1994 en la región Sicilia, sur de Italia, específicamente en el colegio de Catania, y fue miembro del partido azul hasta el 29 de mayo de 2001. Formó parte de la Comisión de Defensa de Palazzo Madama, luego de la Comisión de Educación Pública y Bienes Culturales y, por último, de la Comisión de Agricultura. Fue reelecto en 1996 pasó también por las comisiones de Trabajo y Territorio y Ambiente. Durante esos años, Zeffirelli, como senador, presentó un proyecto de ley sobre las "Leyes para la sustitución de fideicomisos en la sucesión de bienes culturales" y otro sobre "Nuevas normas para salvaguardar embriones obtenidos por procreación asistida". Abiertamente homosexual e inconformista, hubiese sido lógico asociarlo a los movimientos de izquierda; sin embargo, Zeffirelli era un católico muy cercano a la centroderecha y muchas veces declaró que no apreciaba al movimiento gay actual.
Para el realizador, de hecho, un homosexual no era alguien que debía ser identificado como "alguien que se esculpe y se maquilla" sino especialmente como una persona con "virilidad creativa".(ANSA).