las Termas de Caracalla Las maravillas de Roma deben preservarse
El ministerio de Bienes Culturales de Italia negó la autorización para que se instale un local de McDonald's en el interior del sitio arqueológico Termas de Caracalla, una de las maravillas de Roma. Lo informó hoy la oficina de prensa de ese ministerio. El texto detalla que se intervino "rápidamente" para cancelar, "en defensa propia", el procedimiento de autorización para la construcción del local de comida rápida.
El titular de esa cartera, Alberto Bonisoli, ratificó la decisión con una publicación en Facebook. "Ya había expresado mi negativa a la instalación de un 'fast food' en la zona arqueológica de las Termas de #Caracalla. Les informo que el ministerio procedió a anular la autorización", escribió. Días pasados, el ministro se había expresado de manera muy dura sobre el tema en un tuit: "No me gusta la idea, así como no me gustaba la idea de una noria frente a la excavaciones de #Pompeya. Nuestro patrimonio cultural merece ser tratado bien, de modo digno, con gracias, atención y mucho respeto". La decisión conocida hoy fue celebrada por la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi.
"Apoyo al ministerio de Bienes Culturales por frenar la construcción de un fast food en la zona arqueológica. Las maravillas de Roma deben ser preservadas", escribió en Twitter.
La decisión del ministerio estuvo precedida de una serie de contactos telefónicos con el ayuntamiento de Roma, que compartieron la necesidad de una evaluación política del proyecto, antes que burocrática o administrativa.
Ambas dependencias del gobierno manifestaron las mismas preocupaciones por un proyecto que podía impactar de modo irremediable en una zona arqueológica e histórica única en el mundo. La idea ya había provocado sorpresa entre los residentes de la zona, una de las más bellas de la capital italiana. En su mayoría, consideraban impropio instalar un local de comida rápida cerca de uno de los sitios arqueológicos más importantes de la Antigua Roma.
De los 10.000 metros cuadrados destinados al McDonald's, solo 800 se iban a destinar para el área de comidas -con unas 250 sillas) y 180 metros cuadrados iban a ser ocupados por un invernadero para mantener el vínculo con el antiguo vivero Eurogarden, que estaba en ese punto.
Sobre la cuestión opinó también la Coordinación de Asociaciones de Defensa del Consumidor de Roma. "El ministerio recibió nuesta solicitud e impidió una obra que habría desfigurado el paisaje del centro histórico y degradado el patrimono cultural de Roma", explicó su presidente, Carlo Rienzi.
"Ahora resta comprender quién proporcionó la autorización para un proyecto tan absurdo, que viola las disposiciones de la comuna de Roma, y elevar las debidas sanciones para los funcionarios responsables", concluyó. (ANSA).