Seis personas perdieron la vida, enormes daños de infraestructura y también en cultivos, con rutas y comunicaciones cortadas, es el panorama provisorio de las graves inundaciones que azotan a una amplia zona del sureste de España.
Se trata de un episodio meteorológico que los españoles llaman gota fría y que todavía tiene manifestaciones este fin de semana.
Agua caída como nunca antes en algunas zonas, con más de 400 litros por metro cuadrado en 48 horas, han causado desde el jueves desbordes de ríos y avenidas de agua que han colapsado la vida diaria en amplias zonas de las provincias de Valencia, Alicante, Murcia, Almería, Granada y Albacete.
Efecto tremendo del cambio climático, que esta vez se ensaña con la península Ibérica.
Con la muerte de un hombre de 41 años en Orihuela, cerca de Alicante, el número de víctimas aumentó a seis, informó hoy el diario El País, casi todas atrapadas por las corrientes de agua.
Mientras tanto, el primer ministro Pedro Sánchez visitó las áreas afectadas por las lluvias torrenciales que pusieron de rodillas a la región.
El Ejecutivo "no va a escatimar ningún tipo de recurso material ni humano", dijo Sánchez y aseguró que "está garantizada la respuesta" ante "esta crisis de protección civil".
Sobre la petición de declaración de zona de catástrofe que le han trasladado las autoridades locales y regionales, Sánchez ha insistido en que hay que esperar a "evaluar los daños", una vez que descienda "la lámina de agua" que cubre la Vega Baja alicantina y la zona del Mar Menor en Murcia.
Pero el premier subrayó que "el compromiso político es claro, el Gobierno de España ayudará para que se puedan recuperar muchos de los daños ocasionados".
El río Segura, el más importante de la zona, se ha desbordado en algunos puntos y se teme que lo haga también a su paso por la ciudad de Murcia, de cerca de medio millón de habitantes.
En distintas zonas de la región, los alcaldes de pequeñas localidades han hecho llamamientos a las autoridades para rescatar a vecinos de barrios o aldeas aisladas que siguen atrapados en sus viviendas. Helicópteros de servicios de rescate están sacando a personas de los tejados de sus viviendas, acorralados por las aguas.
Además, un contingente de las fuerzas especiales (los "boinas verdes") entró en acción este viernes para rescatar a vecinos aislados por las aguas en la localidad de Benferri, en puntos a donde los vehículos de rescate y de la policía no podían acceder.
En conjunto, se estima que son al menos 3.500 las personas que han tenido que ser evacuadas de sus viviendas en toda la zona sureste de España.
Unas 2.200 personas fueron evacuadas por precaución después de que se anunciara de que se aliviará agua de forma controlada de la presa de Santomera (Murcia), que está cerca de su límite, en una zona en la que están trabajando 400 militares. (ANSA).