Las manifestaciones, que comenzaron contra el aumento de las tarifas del metro para abarcar después un amplio abanico de reivindicaciones sociales, se encuentran ya en su tercera semana y no parecen querer remitir.
El gobierno aparece como impotente pese a haber declarado el estado de emergencia y sacado a los militares a patrullar las calles junto a la policía.
"Hay llamados a que dimita", le dijo la periodista Katy Watson de la televisión pública británica "¿Lo va a hacer?".
"No", contestó tajantemente el presidente conservador que paga sus errores en la gestión de este estallido social con una caída estrepitosa de popularidad.
"Estos problemas se han ido acumulando en los últimos 30 años, soy responsable de parte de ello y asumo mi responsabilidad pero no soy el único", afirmó.
Activistas, encabezados por la Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, emplazaron a Piñera a frenar lo que denuncian como "graves y sistemáticas" violaciones de los derechos humanos para reprimir las protestas.
"Hay muchas presuntas quejas sobre uso excesivo de la fuerzay si eso tuvo lugar puedo garantizar que será investigado (...) y será juzgado", afirmó Piñera.
"No habrá impunidad", aseguró. AFP