Inter arrancó perdiendo, pero terminó ganándole a Hellas Verona 2-1 con sufrimiento, como en la fecha anterior en campo de Bologna, y se trepó la cima del campeonato italiano al menos por un día.
Valerio Verre, de penal a los 19', abrió el marcador en el Giuseppe Meazza tras una falta que le cometió a Mattia Zaccagni el arquero esloveno Samir Handanovic, que nada pudo hacer después para impedir la caída de su valla desde los 12 pasos.
Cachetazo para Inter, que venía de regalar un partido que ganaba por dos goles en casa del Borussia Dortmund y que terminó perdiendo por Champions, torneo en el que un triunfo prácticamente le aseguraba el pasaje a octavos de final.
Partido en el que uno de los goles de Inter lo convirtió el argentino Lautaro Martínez ("No podemos perder así, diría luego) y el otro el uruguayo Matías Vecino, que hoy volvió a aparecer en escena para rescatar al "nerazzurro".
Fue tras superar a su marcador y someter a Marco Silvestri decretando el 1-1 parcial que debió esperar hasta los 65', cuando el nerviosismo del público de Inter comenzaba a incrementarse por la cantidad de situaciones desperdiciadas.
Vecino había tenido una chance clara en la agonía del primer tiempo, en el que se sucedieron las llegadas de riesgo del equipo de Antonio Conte tras el gol del Hellas, dos de ellas en los pies del goleador belga Romelu Lukaku.
La primera se la negó Silvestri y la segunda, apenas un minuto más tarde, no fue gol porque el remate del ex Manchester United salió rozando el poste poco antes de que el croata Marcelo Brozovic también dilapidase una ocasión clara.
La efectividad que no tuvo Inter, sí la tuvo Verona y por eso se fue al descanso en ventaja en San Siro, pero a regreso el local tendría premio a su búsqueda constante con el gol de Vecino primero y luego con el de Nicoló Barella a los 83'.
Golazo de media vuelta que dejó sin opciones esta vez a Silvestri y que el volante festejó quitándose la camiseta lo que le valió una tarjeta amarilla, aunque poco le importó porque fue un desahogo similar al que sintieron los fanáticos "nerazzurri".
Ya no estaba en cancha Lautaro Martínez, quien había sido atendido poco antes por un golpe en la cabeza y luego reemplazado, mientras Lukaku seguía desperdiciando opciones para desnivelar.
Esta vez, el belga no fue el salvador, pero poco le importó a Inter, que justificó ampliamente la victoria, dio una muestra de caracter como la que le exigía Conte y vuelve a treparse a la cima del "Calcio" en la duodécima fecha.
Dos puntos lo separan de Juventus, equipo que lo bajó de la punta, único invicto que queda en el torneo y rival en Turín de un Milan odiado por los hinchas de Inter que este domingo por la noche seguramente le rezarán una plegaria al "rossonero".(ANSA).
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