Graziano Gasparini desarrollo con destreza y un talento abocado al estudio íntimo de las formas, del contenido, de la historia con la cual pueden hablar las edificaciones y las relaciones que se entablan con las áreas que lo circunda. Un legado sensible en el arte de conformar el espacio transformándolo en símbolos emotivos de espiritualidad, la superficie, el volumen, con un estilo y constancia de ciertas estructuras formales que despertó el respeto de la comunidad italo/venezolana y el aplauso de sus obras arquitectónicas.
A su familia, sus amigos, su partida representa un saludo fraterno al sol de su espíritu que brillara siempre en la memoria por el detalle, por ser un artista consumado que logro halagar maravillosamente el gusto de sus contemporáneos, que reino por sus procedimientos efectistas con los cuales producía el sonido que le pertenece. Fue un Maestro, un arquitecto, un hombre de familia, “entrenado en ver y seguir viendo” en su percepción de la vida cotidiana y en su reacción extraordinaria al realismo y la belleza en su arquitectura.
Graziano Gasparini tendrá la última palabra en el sentido de la proporción que influyo en la manera de sentir experiencias privilegiadas en los sentimientos que echan raíces en el alma.
Descansa en Paz Maestro.
Elizabeth García Sanabria CNP/9409