La cocina tradicional de Trieste tiene la peculiaridad de ser rica no solo en recetas y platos de mariscos, justificada por la presencia de las aguas pesqueras del Adriático, sino también de la carne, dados los vínculos tradicionales entre la ciudad y el interior del Karst y la cuenca del Danubio. . Si, de hecho, la cocina de mariscos de Trieste es principalmente similar a la de Istria-Dalmacia, la cocina relacionada con la carne está vinculada a las tradiciones culinarias de Europa Central. Sabrosos y variados son también los primeros platos, mientras que los dulces y los postres tienen fama de estar entre los más refinados de Europa.

Las mesas de Trieste no pueden perderse los exquisitos vinos Carso producidos en la provincia de Trieste (y en las áreas adyacentes que pertenecen a Eslovenia), ni los del Collio de Gorizia, cuya área de producción se extiende en la mayor parte de la provincia vecina de Gorizia. Particularmente difundidos y apreciados en la ciudad son también los famosos vinos de Friulian, tanto blancos como tintos (colinas orientales de Friuli, Friuli-Annia, Friuli-Aquileia, Friuli-Grave, etc.).

Particularmente importantes en la cocina de Trieste son los primeros platos, compuestos principalmente de sopas y sopas, varios tipos de ñoquis, arroz y risottos y algunas pastas rellenas.

Hoy te damos la receta de sabrosos "ñoquis de hígado y mota"

Ingredientes para 4 personas:

• 400 g de pan rallado rancio,

• 1,5 vasos de leche,

• 200 g de hígado de ternera,

• 50 g de mota en una sola pieza,

• 1/2 cebolla, 4 cucharadas de mantequilla,

• 2 huevos,

• 2 cucharadas de parmesano rallado,

• 1 ramita de salvia,

• 1 pizca de pimienta,

• 2 cucharadas de sal gruesa,

• 1 pizca de sal fina.

Preparación:

1. Coloque el pan en un tazón, vierta la leche sobre él y déjelo reposar durante 15 minutos.

2. Pelar y lavar la cebolla y picarla con un cuchillo o la media luna.

3. Picar el hígado en trozos grandes con un cuchillo; Para evitar que el hígado se endurezca durante la cocción, retire con cuidado toda la cutícula de las rodajas.

4. Cortar la mota a 1 cm.

5. Derrita una cucharada de mantequilla en una sartén, agregue la cebolla, sazone por 2 minutos, revolviendo con una cuchara de madera.

6. Agregue los dados de mota, cocine a fuego lento durante 3 minutos, agregue el hígado y cocine durante 8 minutos, revolviendo.

7. Retirar del fuego, sal y pimienta.

8. Exprima la miga de pan muy bien y viértala en la sartén.

9. Agregue los huevos recién batidos a los otros ingredientes y mezcle bien.

10. Espesar la masa con el grano.

11. Si es demasiado suave, agregue otro grano e incluso una cucharada de harina: al final debe ser lo suficientemente duro como para trabajar con las manos.

12. Recoge la masa en cucharadas grandes y dale la forma de una albóndiga redonda.

13. Molde las albóndigas con las manos mojadas y colóquelas en una sola fila en el fondo de una sartén.

14. Lleve a ebullición dos litros de agua, agregue sal con sal gruesa y vierta sobre los ñoquis.

15. De esta manera, los ñoquis no corren el riesgo de romperse.
    Pon la sartén al fuego, deja que hierva nuevamente y cocina por 15 minutos.

16. Escurre los ñoquis y colócalos en un plato para servir.

17. Derrita la mantequilla restante a fuego lento, junto con la mitad de las hojas de salvia, hasta que comience a formar espuma.

18. Viértalo sobre los ñoquis, adorne el plato con la salvia cruda y sirva de inmediato.

Buen provecho