Print this page
Sabato, 14 Dicembre 2019 16:28

Reggio di Calabria el corazón del Mediterráneo

Written by 
Rate this item
(0 votes)

Reggio calabria se sitúa en el corazón del Mediterráneo, entre el mar, que mitiga las temperaturas, y la montaña. Aquí surge una tierra rica en perfumes y colores. Antiguamente conocida como "Calabria Ulteriore Prima", la provincia de Reggio Calabria tiene la densidad de población más alta de la región. Al oeste limita con el mar Tirreno, al sur y al este con el mar Jónico, al noreste limita con Catanzaro y al noroeste con Vibo Valentia. Al suroeste dista de Sicilia tan solo 3,2 kilómetros. 

El territorio está caracterizado por densos bosques de castaños, hayas, encinas y abetos blancos, que se alternan con cultivaciones de aceitunas y vides, torrentes milenarios y acantilados costeros cubiertos por helechos, retamas, madroños, mirtos, adelfas e higos chumbos. La costa entre Villa S. Giovanni y Gioiosa Ionica es el hábitat natural para la cultivación del bergamoto.

Las fiumare (torrentes) son una peculiaridad de la provincia, desde las montañas hasta el mar. Su curso, aunque sea breve, recorre grandes desniveles, creando amplias depresiones en el suelo. El torrente más grande del área grecana es el Amendolea, que desemboca en Condofuri Marina, dibujando en el territorio una enorme cinta plateada de guijarros bordeada por plantas de cítricos y madroños. La Locride también está surcada por torrentes, como La Verde, entre Bianco y Samo, caracterizado por sus espectaculares gargantas.

Otra zona característica es la costa tirrena, con terrazas construidas sobre las colinas que se precipitan sobre el mar. Este tramo se llama Costa Viola (Costa Violeta) a causa de los reflejos que, especialmente durante la puesta de sol, tiñen el mar.
Gran parte de la zona de Reggio está formada por el Parque nacional del Aspromonte, con hectáreas de bosques de pino en la parte tirrena y hayedos en la parte jónica. 

Por último, la zona de Tauro presenta una gran variedad de paisajes y es famosa por la producción típica de clementinas. La Llanura de Gioia Tauro comprende tierras muy fértiles, gracias al saneamiento comenzado en 1818 por el marqués Nunziata y continuado durante los decenios siguientes por el Estado italiano. 

Los acontecimientos históricos han marcado profundamente a esta provincia, lo cual se refleja en su patrimonio artístico de valor incalculable. Una etapa ideal entre los lugares de la espiritualidad bizantino-normanda es la Basílica de S. Giovanni Teresì de Bivongi y la Catedral de Gerace. 

Además hay residencias particulares muy prestigiosas, como Villa Caristo en Stignano, realizada en el siglo XVIII, Villa di Palazzi en Casignana, que aún hoy conserva un mosaico en el suelo casi intacto, o la maravillosa Villa del Naniglio en Gioiosa Jonica. En los pequeños centros aún es posible volver a descubrir las tradiciones de la artesanía, como las cerámicas de Seminara. Aquí, las máscaras apotropaicas, según las creeencias populares, se utilizaban para alejar a los espíritus malignos. Es también digna de admiración la antigua tradición del procesamiento del madroño.

Reggio Calabria es famosa en todo el mundo porque conserva desde 1981 los Bronces de Riace, en el  construido en 1882. La fundación de la Catedral se remonta a la fundación por parte de San Paolo. En el altar mayor se puede admirar la Virgen del Consuelo, patrona de la ciudad. Un ritual que se repite desde 1636. En él, el primer sábado después del 8 de septiembre, 100 hombres cada vez, bajo la tonelada que pesa la Vara, acompañan a la Venerada Efigie desde la Ermita hasta la Catedral, donde permanece hasta el domingo posterior al 21 de noviembre, fiesta de la presentación de la Beata Virgen María. Es entonces cuando se devuelve a su ubicación habitual. No hay que dejar de visitar otro símbolo de la región: el Castillo Aragonés, testigo de una historia de conquistas y dominaciones que ha durado siglos.

Mitología e historia se encuentran en Scilla, que se adentra en el Estrecho de Mesina con su roca coronada por el Castillo de los Ruffo. En el área grecana los centros de Bova, Condofuri, Gallicianò, Roccaforte del Greco y Roghudi son los que poseen las huellas más evidentes de la cultura de la Magna Grecia. Bova, además, está dominada por las ruinas del Castillo normando. 

La antigua aldea de Brancaleone Superiore muestra aún hoy las ruinas del castillo y los restos de la iglesia dedicada a la Madonna dell’ Annunziata (Virgen de la Anunciación). Recorriendo la carretera provincial hacia Stati, en la zona de Batia, se pueden ver los restos de la abadía bizantino-normanda de Santa Maria di Tridetti. El patrimonio sacro y documental está conservado en el Museo Angelo Versace de Bagnara Calabra, donde hay también una interesante sección arqueológica. 

En Bagnara recomendamos visitar la Torre Sarracena. En Locri el Templo de Marasà y el Griego merecen una visita por sus valiosos restos arqueológicos. La Cattolica de Stilo, iglesia bizantina, es majestuosa y domina el centro de origen medieval. La actual Gioia Tauro, antiguamente Matauros, abarca un yacimiento arqueológico y una necrópolis arcaica en el barrio de Pietra. Algunos centros de la zona se caracterizan por sus aldeas medievales y palacios gentilicios, como Oppido Mamertina en Scido, que alberga el Museo de la civilización campesina. Cada año el Desfile de trajes típicos hace revivir la visita del emperador Carlos V a Seminara en agosto de 1535. 

La gastronomía de la zona de Reggio es un arte sencillo y caracterizado por sensaciones fuertes y tradiciones que se transmiten de una generación a otra. La tipicidad gastronómica está conectada con el uso de la guindilla. Los embutidos más extendidos son la soppressata, el capicollo, los filetti y la 'nduja

Otros platos típicos son los quesos tradicionales, la rosamarina, conocida como el "caviar del sur" (sardina neonata con guindilla), y el aceite de oliva virgen extra. Esta provincia destaca sobretodo por el arte de las conservas: salsa de tomate, setas, berenjenas, atún y otros productos hacen revivir los sabores y los colores de la huerta.

El área del Aspromonte ofrece muchas variedades de setas, que han hecho de Giffone su centro principal de producción y procesamiento. El área grecana hoy en día está relacionada con la antigua Magna Grecia y sus puntos de excelencia se ven en el procesamiento de las carnes de cerdo, en el uso de la carne de cabra para los asados y las salsas y en la producción de quesos frescos y curados. 

Aún perviven tradiciones como la pasta casera y el ritual del pan de trigo cocido en los hornos de leña construidos cerca de las viviendas. El pez espada, pescado entre abril y septiembre, es el símbolo del área tirrena, junto al pescado azul, que los barcos de pesca capturan todos los días. 

Antiguas variedeades de vides autóctonas permiten la producción de vinos blancos y tintos,entre los que destacan el “Zibibbo” y el “Cerasuolo”. El Greco di Bianco D.O.C., joya de la corona de toda Locride, se considera uno de los vinos italianos de postre más apreciados, para acompañar la pastelería seca y dulces a base de almendras. En la capital las hortalizas son el ingrediente principal de muchas recetas (“parmigiana”, “peperonata”, pimientos y tomates rellenos, flores de calabaza fritas). 

Muy famosa es la pastelería (turrón, “cannoli” con requesón, “pignolata”, tartitas de sanguinaccio (morcilla), postres con bergamota, mermeladas, fruta de mazapán o “morticeddi”) y los helados artesanales. Por útlimo, en la zona de Tauro, harina, miel, almendras y “vin cotto” son los ingredientes de las “nzuddhe”, dulces típicos de las fiestas populares. El aceite de oliva producido en las almazaras y las naranjas cultivadas en la “Piana” son también de excelente calidad.

Read 715 times Last modified on Sabato, 14 Dicembre 2019 16:41