"La verdad es que el Gobierno habría necesitado más coraje para garantizar esa 'línea de flotación' financiera de la que siempre he hablado, especialmente en un área tan crucial como la universidad e investigación", escribió el ahora exministro en su portal de Facebook.
"Parece que nunca se encuentran recursos cuando se trata de la escuela y la investigación, sin embargo, se recuperan cientos de millones de euros en unas pocas horas para ser utilizados para otros fines cuando hay voluntad política", objetó en su mensaje.
Fioramonti, de 42 años y profesor de Economía Política en la Universidad de Pretoria, en Sudáfrica, entregó la carta de renuncia al primer ministro Giuseppe Conte. Según varias fuentes, Fioramonti podría dejar al Movimiento Cinco Estrellas (M5S), la fuerza política a la que pertenece, para fundar un grupo parlamentario autónomo aunque "progubernamental", como embrión de una nueva entidad política.
"A las niñas y los niños -escribió en su Facebook- que hacen que la escuela y la universidad italianas vivan, les pido que nunca olviden la importancia de los lugares por los que pasan para capacitarse, y que no se rinda a la política del 'no puedes hacerlo'". "Como dijo Gianni Rodari (notable escritor y pedagogo italiano, 1920-1980, NDR), tenemos que aprender a hacer cosas difíciles. Porque a veces tenemos que dar un paso atrás para dar dos pasos hacia adelante. Mi compromiso con la escuela y con las generaciones más jóvenes no termina aquí, pero continuará, incluso más fuerte, como miembro de la República italiana", acotó en su mensaje de despedida.
La nueva agitación política comenzó la noche de la Navidad, el 25 de diciembre, cuando el Gobierno anunció que el ministro de Educación, había presentado su dimisión al premier Conte, lo que el dimitente confirmó hoy. La renuncia es el protesta por la escasa partida que la ley de presupuestos, aprobada por el Parlamento el 24 pasado, destina para su cartera. Fioramonti había declarado días atrás que pensaba renunciar si no conseguía que los fondos para la educación llegasen, al menos, a los 3.000 millones de euros en la ley de presupuestos de 2020. Esa era la cantidad que consideraba necesaria para poder encaminar la mejora de colegios y universidades que tenía en mente. "La escuela de este país necesitaría 24.000 millones, los 3.000 millones que yo he pedido no son suficientes, pero representan una línea de flotación, lo mínimo para un sector crucial", declaró.
El ministro de Economía, Roberto Gualtieri, admitió la escasez de recursos en una entrevista con el diario La Repubblica: "Hemos incluido unos 2.000 millones adicionales para la escuela, la universidad y la investigación. Me hubiera gustado asignar aún más recursos a estos sectores fundamentales.
El compromiso es para los próximos presupuestos", dijo.
Fioramonti, que llegó a la cartera de Educación en septiembre pasado consiguió en su gestión un aumento de 16 millones de euros en becas para la educación superior, pero consideró "insuficiente" la partida aprobada para continuar con su proyecto. Fioramonti también había advertido sobre la fuga de cerebros que sufre Italia y que, según estimaciones del ministerio de Economía, cuesta 14.000 millones de euros anuales a las arcas públicas. Según el Instituto Italiano de Estadística, el ISTAT, en 2017 dejaron el país cerca de 115.000 personas, la mitad con un título de estudio medio-alto.
Desde 2013, la cantidad de titulados universitarios italianos que emigra ha aumentado un 41%. (ANSA).