Espaguetis con almejas
Una receta de pasta que triunfa en todo el mundo. Un clásico de la cocina napolitana con un secreto a voces, la calidad de sus ingredientes.
Os aconsejo que los preparáis con almejas frescas. Un plato verdaderamente sencillo y rápido.
Os presento unos deliciosos espaguetis al estilo marinero, aunque con un toque gallego porque además de almejas he incluido mejillones. En Italia son conocidos como “Vermicelli con le vongole” y se trata de un plato de pasta muy tradicional de la cocina napolitana.
Allí esta receta se puede preparar con tomate o sin él. He probado las dos opciones y el plato con tomate gana por goleada ya que si eliges la opción sin, estarías tomando unos “Spaghetti alle vongole in bianco“.
Ingredientes:
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400 g. de spaguettis
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4 dientes de ajo
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1 bote de tomates enteros al natural (bote grande de 780 g, escurrido 480 g.)
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100 ml de aceite de oliva virgen extra
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Para las almejas: 1/2 k de almejas gallegas (a ser posible), 1 dedo de aceite de oliva virgen extra, 1 diente de ajo bien picado, unas cayenas (al gusto) y 50 ml de vino blanco.
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1/2 k de mejillones gallegos (a ser posible), un poco de vino blanco para abrirlos.
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Sal, pimienta negra recién molida (al gusto)
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Una cayena o peperoncini (para el toque picante)
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Orégano picado (al gusto)
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Si queréis un toque de color para decorar: Perejil o cilantro fresco.
Preparación de la salsa de tomate:
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Abrimos la lata de tomates enteros pelados y retiramos el exceso de líquido (el agua del tomate) ya que en este caso sólo vamos a utilizar la pulpa.
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Se puede guardar en un bote para otra futura receta con agua de tomate. O bien poner este agua en un cazo y dejar reducir durante 15 minutos para tener una pasta de tomate concentrada. Por ejemplo para la base de una pizza casera.
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Introducimos en una cazuela el aceite de oliva virgen extra y mientras se calienta pelamos los ajos y fileteamos finamente.
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Añadimos a la cazuela los ajos fileteados y unas cayenas (si os gusta el toque picantón en la receta). Doramos los ingredientes y cuando comiencen a tener color introducimos los tomates. Los partimos a la mitad con ayuda de una cuchara de madera.
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Dejamos pochando hasta que reduzcan a menos de la mitad de su tamaño, unos 30 minutos a fuego medio.
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Si tenéis prisa podéis hacerlo en 15 minutos a fuego alto removiendo continuamente para que no se pegue el tomate a la cazuela.
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Añadimos una cucharadita de azúcar para reducir acidez, una pizca de sal y pimienta negra recién molida.
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Removemos todo bien juntando sabores.
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Probamos y rectificamos con sal, aunque lo más seguro es que no haga falta. Removemos unos minutos y apartamos del fuego.
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Reservamos para juntar con el resto de ingredientes.
Preparación de las almejas:
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Es fundamental quitar bien la arena que suelen traer las almejas para que no nos estropeen la receta. Con los mejillones no suele pasar pues vienen directamente de la depuradora y no están en contacto con la arena.
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Conviene tener las almejas unas tres horas antes de cocinarlas en agua en una cazuela o recipiente grande de plástico. Debemos añadirles agua, un buen puñado de sal gruesa y cambiar tres o cuatro veces el agua. Las almejas beben y suelen soltar bastante arena, no os asustéis porque es señal de que la almeja es de buena calidad.
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Sólo tendremos que abrirlas al vapor con un poquito de ajo y un toque de guindilla. Alguna de ellas no se suelen abrir y las tendremos que tirar, también las que estén rotas.
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Empezamos con las almejas. Para hacerlas al vapor lavamos muy bien las almejas en agua fría y quitamos todas las impurezas.
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Cortamos el ajo muy fino y salteamos en una cazuela baja sin que llegue a dorar.
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Añadimos unas cayenas previamente machacadas con los dedos y as almejas.
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Removemos a fuego alto durante unos segundos. Introducimos el vino blanco y dejamos hervir.
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Las dejamos cociendo tapadas unos 3 minutillos a fuego alto y, en cuanto estén todas abiertas, las reservamos con los mejillones que estamos preparando al mismo tiempo.
Preparación de los mejillones:
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Para preparar los mejillones, lo primero es lavarlos muy bien en agua fría. Así les quitamos todas las impurezas que vengan en la bolsa.
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Ponemos un chorrito de aceite de oliva virgen en la cazuela y a continuación los mejillones.
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Los removemos bien con una cuchara de madera durante medio minuto y añadimos la mitad de una copa de vino blanco.
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Lo dejamos cociendo 2 minutos a temperatura fuerte y en cuanto estén todos abiertos los retiramos con una espumadera. Dejamos enfriar y reservamos en un plato.
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El agua de la cocción no la vamos a tirar, la colamos y dejamos en un cazo pequeño con el agua de las almejas, este caldo lo reservamos para la pasta.
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Sacamos los mejillones cuando estén tibios ayudados por un cuchillo. Arrastramos todo el mejillón hasta que quede el interior limpio. Reservamos.
Preparación de los espaguetis:
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Una vez que tenemos la salsa de tomate, las almejas y los mejillones ya preparados nos ponemos con la pasta. La salsa siempre debe esperar a los espaguetis y no al revés.
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Calentamos en una cazuela un litro de agua (en este caso con el caldo de marisco que tenemos reservado de las almejas y los mejillones) por cada 100 g de pasta, es la medida recomendada por persona. Excepto si tenemos apasionados/as por los espaguetis en casa.
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Estas proporciones, que normalmente vienen indicadas en los envases, ayudan a que la pasta no se pegue entre ella.
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Siempre intenta utilizar una cazuela grande, la mayor de tu cocina. Si cocinas muchas veces pasta será muy útil comprar una cazuela para esas ocasiones, una buena inversión.
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Cuando empiece a hervir a borbotones echamos 1 puñado generoso de sal, unas 2 cucharadas rasas por cada 500 gramos de pasta.
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Seguidamente añadimos la pasta, siempre toda junta. Removemos con una cuchara de madera para que los espaguetis no se peguen y queden sueltos.
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En el reverso del paquete de pasta viene el tiempo de cocción. Debemos guiarnos por estas instrucciones porque para cada tipo es distinto, en este caso son 9 minutos.
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Así conseguiremos lo que se llama pasta “al dente” o en su punto justo. Es decir, que no se pase, aunque un gran consejo es probarla casi al final. Por si acaso en el envase nos engañan.
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Una vez transcurrido el tiempo escurrimos la pasta inmediatamente y la juntamos con la salsa.
Presentación del plato. Presentación final de los espaguetis con almejas
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Añadimos los espaguetis recién hechos a la salsa de tomate con los mejillones.
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Mezclamos todo con una cuchara para que se junten bien los sabores. Introducimos las almejas a la pasta y removemos. Ya está listo un nuevo plato de rechupete.
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Opcionalmente decoramos cada plato con un poco de perejil o cilantro picado y los servimos calentitos.
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A mí me gustan así, pero en Italia a este plato le suelen añadir algo de parmesano. ¡Qué lo disfruten!
Buen provecho