Los Dolomitas representan sin duda la fuerza de esta tierra, una magnífica obra monumental - incluida dentro de la lista de los lugares Unesco desde 2009 - creada, a lo largo de los siglos, por una inimitable artista: la Madre Naturaleza.
Esta asombrosa cordillera, de la que sobresales el Macizo de la Marmolada, el Monte Antelao, el Monte Civetta y las Tres Cimas de Lavaredo, ofrece a los visitantes la oportunidad de contemplar paisajes maravillosos, con grandes colinas cerca de las impresionantes paredes rocosas, pequeños y grandes lagos - que en verano tienen un color azul intenso - torrentes, ríos, cascadas con aguas límpidas y, finalmente, densos bosques que dan color cuando en invierno la capa cándida de nieve cubre estos lugares, creando una atmósfera surrealista.
Y ese cielo, con su increíbles puestas del sol, cuando una ola de azul intenso colorea todo el panorama para después dejarle el lugar a la oscuridad de la noche, esclarecida por la espléndida luna y por una multitud de estrellas.
Hay mil maneras distintas de pasar las vacaciones en la naturaleza, y también muchas opciones para los que quieran conocer el pasado y las tradiciones de esta tierra.
Una excursión por palacios, castillos, abadías y monasterios, sitios arqueológicos, museos, ciudades y antiguos pueblos: todo eso para quienes quieran descubrir el interesante patrimonio histórico y artístico de Belluno además de dedicarse a la naturaleza.
Cuando se llega a Belluno, lo primero que se nota es la tranquilidad y el silencio, raras cualidades hoy en día. Paseando por el centro histórico se descubre una ciudad que no tiene el ritmo frenético de la vida moderna.
Es una ciudad que ha mantenido el estilo de vida de la montaña, tal vez porque está rodeada y protegida por los Prealpes y por las majestuosas paredes dolomíticas del Schiara con la famosa Gusela del Vescovà, una roca que mide 40 metros de altura, símbolo de Belluno.
En esta atmósfera surrealista se pueden ver edificios y arquitecturas de épocas distintas. Porta Rugo, típica construcción de la Edad Media; la Plaza del Mercado, donde antiguamente estaba el campamento militar romano, Plaza Duomo, donde se encuentra el Palacio dei Rettori; la Catedral de Belluno y el Palacio dei Giuristi, sede del Museo Cívico, donde están expuestas interesantes pinturas.
En el centro del área provincial se encuentra el Parque Natural delle Dolomiti Bellunesi, caracterizado por una naturaleza salvaje y encantadora, con cumbres rocosas que alternan magníficas colinas, con cursos de agua límpida.
Dispuesta en una colina de Val Belluna está Feltre - maravillosa ciudad amurallada - con una historia importante narrada por antiguos edificios como la Torre del Castillo de Alboino, que domina la colina.
Los valles del área de Belluno son muchos y de inimitable belleza.
En la parte norte, en el homónimo valle, se encuentra la “perla” de los Dolomitas, Cortina d’Ampezzo, el centro de esquí más famoso en Italia, también por su vida nocturna.
No lejos de allí, se encuentra la Valle del Boite con interesantes localidades turísticas como Cibiana y San Vito de Cadore, muy bien equipadas para ofrecer alojamiento y diversión.
Sobre el valle está el área Cadore-Auronzo-Misurina, con los maravillosos lagos de Santa Caterina y Misurina, a los pies de las extraordinarias Tres Cimas de Lavaredo, el clásico desafío para los aficionados al alpinismo. Se trata de paisajes distintos con un factor común: la belleza inimitable de la naturaleza.
La parte más al norte está ocupada por la Comunità Montana de Comelico y Sappada, dos localidades graciosas y acogedoras donde se puede pasar unas vacaciones tranquilas y relajadas, en los ambientes naturales fascinantes de Valgrande, Val Sesis y Val Visdende “el valle que merece una visita”.
En el centro de la provincia, limitando con Trentino Alto Adigio, hay otra importante área montañosa con la espléndida Marmolada, el Monte Civetta y sus arriesgadas paredes y la Conca Agordina, rodeada por majestuosas cumbres.
Estos colosos de la naturaleza forman parte del “Dolomiti Superski”, un verdadero parque de atracciones en la nieve entre Véneto y Trentino, con 1200 km de pistas para esquiar en uno de los escenarios más fascinantes de los Dolomitas.
Entre Belluno y la llanura véneta, en un lugar único y envidiable, se encuentra el Alpe del Nevegal, un lugar perfecto en cualquier período del año. Cuando hace calor y todo es verde, son muchas las ocasiones para la diversión, mientras que en invierno, los 30 km de pistas para esquiar y los 10 km para el esquí de fondo se vuelven las “calles” preferidas de los aficionados a la nieve.
¡Sencillamente de todo!
Estos lugares ofrecen una infinidad de oportunidades para olvidarse de la rutina y revigorizar cuerpo y mente.
Cuando se piensa en Belluno y en su tierra lo primero que no sviene a la mente son los magníficos montes Dolomitas, lugar perfecto para los deportes de montaña: esquí alpino, de fondo, escaladas, snowboard, trineo, patinaje sobre hielo, curling, caminata con raquetas de nieve, trekking y ala delta o parapente.
Adultos y niños pueden gozar de una excursión en un trineo tirado por perros(sleddog) con un instructor (musher) que les podrá enseñar todos los trucos y les guiará por recorridos para descubrir la naturaleza de estos lugares.
Para los aficionados a las dos ruedas hay muchas rutas ecológicas que se pueden recorrer con la bicicleta de montaña por declives rocosos, entre verdes cabañas alpinas, bosques densos o a lo largo de arroyos.
Se puede pensar que es sólo un lugar para los aficionados a la montaña, pero no es así. En la vegetación exuberante de los bosques, protegidos por paredes rocosas, hay muchos lagos pequeños e interesantes, como el de Misurina, donde pasar las vacaciones si les gustan los juegos acuáticos. En las pequeñas playas cerca del lago, adultos y niños podrán relajarse, jugar y practicar deportes acuáticos como vela, canoa y windsurf.
Y a la hora de comer se puede hacer un picnic al aire libre para probar unos productos típicos.
Para aliviar problemas de cansancio o de stress nada mejor que los tratamientos relajantes: en la frontera con Austria - en el escenario maravilloso de Valgrande - se encuentran los Baños Termales de los Dolomitas, famosos por sus aguas termales ricas en sales minerales utilizadas en tratamientos de salud y belleza.
Diciembre es mes de vacaciones: sonidos, luces y colores y dar una vuelta por los mercadillos navideños puede resultar muy interesante. Pequeñas casas de madera decoradas exponen productos artesanales y gastronómicos y muchas ideas para hacer regalos originales. Y si todo está cubierto de nieve, con las maravillosas cumbres de los Dolomitas de fondo, ¡el paisaje será aún más encantador!
En verano, en cambio, se puede ver el sensacional Palio de Feltre, donde los cuatro barrios de la ciudad se desafían en tiro con arco, juego de la soga y carreras de caballos. Para deleitar el paladar, en cada barrio se organizan fiestas con comida típica, con música y juegos.
Historia, motores y música: tres grandes pasiones reunidas en la “Coppa d’Oro delle Dolomiti”, un importante evento nacional con coches históricos que se desafían por las curvas de los Dolomitas. Se trata de una carrera fascinante, que logra emocionar incluso los que no son aficionados a los motores.
La naturaleza pura es, por muchas razones, una gran riqueza en esta tierra.
Las llanuras verdes a los pies de los Dolomitas son el hábitat perfecto para el ganado en estado salvaje, del que se obtienen excelentes materias primas para la elaboración de productos típicos de gran calidad. Todo se obtiene mediante técnicas antiguas y el amor del hombre.
Quesos sabrosos, carne excelente, embutidos gustosos constituyen la cocina del área de Belluno, y la sencillez y exquisitez son los ingredientes principales.
No puede faltar, de hecho, la reina del arte culinario de Véneto: la polenta. Se puede comer como plato único, o con una feta de Casél dell’Agordino, de Contrin, de Nevegal o de Casalingo d’Alpago, famosos quesos de la zona.
La polenta se puede combinar también con una loncha de speck de Cadore o de salame de Belluno, ambos obtenidos a partir de exquisita carne de ganado alpino.
También se puede combinar polenta y caza: sabores típicos de la tradición gastronómica de esta tierra.
Para probar otras combinaciones, hay que visitar la zona de Belluno y probar las originales y variadas recetas de su gente, todas exquisitas.
Entre las especialidades que presumen de una larga tradición, hay que mencionar el “kodinzon”, conserva de manzanas secas obtenida de los cultivos locales, que se cocinan hasta obtener un puré y luego se dejan secar.
Otra especialidad es el “pastin”, albóndigas de cerdo aplastadas, que se pueden cocinar en sartén o parrilla.
Otro plato que no hay que dejar de probar es el “risotto Lamonese” - llamado “plato de los poetas” - con las exquisitas alubias Lamon y laurel. (Italia.it)