La duquesa de Sussex, Meghan Markle, sorprendió hoy a los estudiantes de la escuela Robert Clark en Dagenham, al este de Londres, cuando apareció repentinamente en el aula sin avisar.
Meghan decidió hacerlo en coincidencia con el Día Internacional de la Mujer y recordarles que hay que "dar valor a las figuras femeninas en sus vidas".
Este fue justamente uno de sus últimos discursos feministas en la breve etapa de su vida como miembro efectivo de la familia real británica. Les habló de igualdad de género, de la importancia de proteger a las mujeres, de hacer que se sientan valoradas y seguras.
Además resaltó el hecho de defender sus derechos, del empoderamiento femenino, de la idea de inspirar a las mujeres del futuro hoy y de dar ejemplo a algunos hombres "que no lo ven de la misma manera", y hacerlo hoy y "todos los días del año".
Con una chaqueta blanca y pantalón negro, cabello largo y suelto hasta los hombros, Meghan, quien con el Príncipe Harry en estos días se encuentra en el Reino Unido para cumplir los últimos compromisos reales antes del paso atrás, invitó luego a Aker Okoye, uno de los estudiantes, de 16 años, a subir al escenario para compartir parte del discurso.
Visiblemente emocionado, el muchacho, que estrechó la mano y besó a la duquesa, no pudo contenerse y comentó en el micrófono: "Es realmente hermosa, ¿no?". Al cumplido, la ex actriz respondió con una carcajada y una palmada en el hombro del niño.
La elección de esta escuela en el este de Londres por parte de la duquesa no fue casual. Lo eligió por estar ubicado en una zona clave para entender parte de la historia del país. Aquí tuvo lugar una huelga histórica en 1968 cuando las únicas 187 trabajadoras de los 55.000 empleados de la planta de Ford exigieron recibir un salario justo. (ANSA).