Las tres competencias debían celebrarse entre junio y julio, pero como la situación sanitaria no da tregua, la FIM, IRTA y la empresa Dorna confirmaron su cancelación definitiva augurando que la temporada pueda comenzar el 9 de agosto en Brno.
Habrá que rezar entonces para que el Gran Premio de República Checa permita poner en marca el campeonato de MotoGP, que había cancelado ya los de Qatar, Tailandia, Estados Unidos, Argentina, España, Francia y más recientemente de Italia y Cataluña.
Hoy se suman otros tres que obligan a pensar seriamente en una temporada perdida pese al optimismo expresado hace apenas una semana por Carmelo Ezpeleta, dirigente de Dorna Sports, sobre la posibilidad de completar al menos parte del calendario.
"Desde 1992 superamos muchas situaciones graves, tal vez no difíciles como ésta, y entendí que si trabajamos juntos, incluso pensando en un campeonato diferente", lo lograremos", decía Ezpeleta.
Hoy, el CEO de Dorna es uno de los firmantes en el documento que confirma que por primera vez desde 1949 no habrá carrera en Assen tras la cancelación del Gran Premio previsto para el 28 de junio.
Idéntico destino para el que debía albergar Sachsenring una semana antes y para el estreno absoluto el 12 de julio de KymiRing, circuito ubicado en Kymenlaakso, unos 110 kilómetros al noreste de la capital Helsinki.
"Con enorme tristeza anunciamos la cancelación de estos tres importantes eventos", afirmó Ezpeleta, quien pese a todo intentó mostrar cierta dosis de optimismo al pedirle "paciencia a los aficionados a la espera de que la situación mejore".
Frente a este panorama, las esperanzas parecen enfocarse en poder disputar al menos un puñado de carreras en países donde el Covid-19 no esté generando un efecto tan devastador y repitiendo escenario para dichas competencias.
Por el momento, todas son sólo hipótesis en una temporada que parece estar perdida antes de ponerse en marcha en la categoría reina, lo cual abre también un interrogante sobre el futuro de algunas de sus máximas figuras.
Una de ellas es el italiano Valentino Rossi, quien este año se despide del equipo oficial Yamaha y recientemente confesó que deberá tomar una decisión sobre su continuidad o no en la categoría, aunque afirmó que quisiera poder retirarse en pista. Ansa