La ciudad alcanzó su máximo esplendor en el siglo V a.C.: a esta época se remonta la construcción de los templos más importantes, repartidos a lo largo de la muralla de la ciudad. En su expansión hacia la costa tirrena de Sicilia, Akragas se enfrentó a los cartagineses y los derrotó en la batalla de Himera, en el año 480 a.C. Setenta años después, Cartago se tomó la revancha y destruyó la ciudad enemiga. Dos siglos más tarde, la ciudad fue conquistada por los romanos, que la rebautizaron con el nombre de Agrigentum y le regalaron una nueva época de esplendor.

Visitemos los principales edificios del Parque Arqueológico del Valle de los Templos, un enorme yacimiento de 1300 hectáreas que custodia un patrimonio monumental y paisajístico extraordinario.

El templo de Cástor y Pólux - Agrigento

El templo de Cástor y Pólux, símbolo de la ciudad de Agrigento, solo conserva en la actualidad cuatro columnas que sostienen un ángulo del entablamento.  En realidad se trata de una reconstrucción del siglo XIX realizada con trozos de  diversas épocas hallados en la zona.

El templo de Zeus - Agrigento

Las imponentes cimientos del templo de Zeus son el testimonio del mayor templo dórico de todo Occidente. Erigido para celebrar la victoria en la batalla, tenía 30 metros de altura. Junto a las ruinas yace un telamón, una de las 38 estatuas gigantes (de casi 8 metros de altura) que se encuentran entre las columnas del templo. Probablemente representaban a los prisioneros cartagineses capturados tras el triunfo de Akragas. Pero lo que veis en el Valle de los Templos es una copia: el original se conserva en el Museo Arqueológico Regional Pietro Griffo de Agrigento. De visita obligada es la extraordinaria colección de hallazgos, entre ellos la estatua de Efebo, obra maestra de la escultura griega.

El templo de Heracles - Agrigento

El templo de Heracles, construido a finales del siglo VI a.C., es el más antiguo de Akragas. De las 38 colonias originarias, solamente quedan nueve, que fueron reconstruidas reuniendo, elemento tras elemento, los pedazos originales hallados en la zona.

El templo de la Concordia - Agrigento

El templo de la Concordia ha mantenido intacto todo su antiguo encanto: junto con el Partenón, es considerado el templo dórico mejor conservado del mundo. A los ojos del visitante, las columnas, el frontón y el tímpano presentan en un hermoso color ocre. En realidad, el templo era originalmente blanco, salvo la parte superior, pintada en color azul y rojo.

Los otros templos del valle están en ruinas, deteriorados por el paso del tiempo y saqueados para reutilizar los materiales con los que estaban construidos. El templo de la Concordia se salvó porque en el siglo VI d.C. fue convertido en una iglesia cristiana.

El templo de Hera Lacinia - Agrigento

El templo de Hera Lacinia o de Juno, muy parecido al de la Concordia, conserva 30 columnas, algunas de las cuales presentan un capitel en la parte superior. Fue incendiado por los cartagineses en el año 406 a.C.: los restos del incendio todavía pueden verse en la pared de la cela.

ágora de época griega y romana - Agrigento

De gran belleza es también el ágora de época griega y romana, articulada en varias terrazas y centro de la vida pública, en la que destacan el Bouleuterion (la “Sala del Consejo”) y el Oratorio de Falaride. El Valle de los Templos cuenta también con una extensa zona de necrópolis griegas, romanas y paleocristianas a las afueras de la ciudad antigua, y la tumba de Terón, sepulcro monumental erróneamente atribuido al antiguo tirano de Akragas. Por último merecen especial atención los ingeniosos acueductos, los mosaicos de los pavimentos que han sobrevivido en las zonas residenciales helénicas y romanas y las Basílicas paleocristianas de la época sucesiva, entre ellas la de “Villa Athena”, a poca distancia del templo. Italia.it

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