Unos 3,5 millones de personas suelen visitar cada año el famoso monumento, que se triplican si se cuentan los turistas que visitan la Plaza de los Milagros -donde se levanta el célebre campanil- sin necesariamente subir.
"Elegimos reabrir -explicó Pierfrancesco Pacini, presidente del ente que cuida el monumento- para dar una señal de esperanza al mundo entero". Para el lanzamiento se eligió una frase de Dostoevskij: "La belleza salvará al mundo".
Salvo durante la larga intervención de sostén que se hizo entre enero de 1990 y el 15 de diciembre de 2001, la torre nunca estuvo cerrada al público.
La visita se permitirá de 10 a 18 todos los días, durante un tiempo estimado de 40-45 minutos, en grupos de no más de 15 personas por vez, que tendrán la obligación de higienizarse las manos y usar mascarillas.
Los visitantes también tendrán a disposición un dispositivo electrónico que emitirá señales visuales y sonoras para advertir que no se está respetando la distancia interpersonal de un metro. (ANSA).