Una desafortunada y poco cínica Roma, un poco como lo que pasó en Salzburgo en la ida de los dieciseisavos de final, pierde la primera vuelta de los cuartos de final de la Europa League ante el Feyenoord. En De Kuip acabó 1-0 para los holandeses gracias a un gol de Wieffer, tras un penalti fallado por Pellegrini (al poste) y una parada milagrosa sobre la línea de Idrissi sobre Ibáñez (con ayuda del larguero).

Además, Josè Mourinho también tiene que lidiar con las lesiones de Dybala y Abraham, ambos obligados a cambiar durante el partido y por tanto en duda para el partido de vuelta: el próximo jueves en el Olimpico los giallorossi necesitarán otra remontada para clasificarse para semifinales .

Pasa muy poco en un inicio de partido muy equilibrado y contraído, en el que la primera oportunidad real se produce en el minuto 20 con un zurdazo de Dybala (obligado a cambiar poco después), que lanza una falta desde una posición invitante. sobre el travesaño. Un puñado de minutos después los locales intentan responder con una iniciativa de Szymanski, que dispara desde la frontal con la derecha, sin embargo, metiendo en el gol.

El gran episodio del partido llega justo antes del descanso: Wieffer saca un córner amarillo-rojizo con la mano en el área, el árbitro lo ve todo y señala el penalti a la Roma. Desde el punto de penalti, sin embargo, Pellegrini falló su puntería y pegó en el poste. El Feyenoord volvió del vestuario con otra actitud y en el minuto 54 se adelantó con Wiefer, que remató de volea un centro de Idrissi desde fuera del área, burlándose de Rui Patricio con un derechazo sucio pero efectivo.

Sin embargo, el equipo de Mourinho no encajó y unos diez minutos después estuvo a un paso del empate: Ibáñez cabeceó un córner de Zalewski, Idrissi salvó con la frente antes de que el balón cruzara por completo la línea provocando que también pasara por debajo del larguero. En el minuto 71 otra gran ocasión de los capitolini, esta vez con El Shaarawy que pega muy mal desde una excelente posición en un centro raso de Spinazzola. En la final, la Roma intenta insistir en la búsqueda del empate, pero se ve obligada a posponer sus intentos de remontada hasta el partido de vuelta.