Son los últimos trascendidos reportados por la prensa tecnológica, mientras aumenta la expectativa de los usuarios por conocer la fecha precisa del evento con que Apple presentará, en septiembre, también los nuevos iPhone.
Los ingenieros de Cupertino -reportó Bloomberg- trabajaron durante el último año con operadores de telecomunicaciones en Estados Unidos y Europa para llevar a sus relojes la conectividad celular, reseña Ansa.
Sin embargo, precisamente estos coloquios parece haber surgido la preocupación de Apple de no conseguir tener la nueva generación de Watch lista para este año.
Los chips de conexión, en efecto, al parecer consumirían demasiada batería, limitando el atractivo para los usuarios.
El Apple Watch funciona combinado con un iPhone y, en ausencia de Wi-Fi, necesita la conexión celular del teléfono para acceder a las aplicaciones y servicios que requieren Internet.
Los próximos Apple Watch deberían contar con un GPS, que servirá para mejorar la navegación y dar datos más completos a la aplicación de salud, que se basa también en los traslados realizados por las personas.