De acuerdo a todas las encuestas, las independientes y las del gobierno, indicaban que ese dia saldrían a la calle un 35% de los habitantes de Caracas, algo igual a un millón 200 mil personas, y no se equivocaron. La gente salió a pesar del saboteo que hizo Nicolás Maduro al meter preso a varios dirigentes opositores, cerrar las entradas de la capital de la república y varias estaciones del Metro de Caracas para evitar que la gente se movilizara. Igualmente el miedo que quisieron inocular a través de cadenas de radio y televisión con contenidos de violencia que serían aplicados durante la marcha.

Sin duda que los 180 indígenas que caminaron desde Puerto Ayacucho en el estado Amazonas, los discapacitados que salieron en sillas de ruedas desde Barquisimeto estado Lara, los médicos que vinieron a patitas desde el hospital de Valencia en el estado Carabobo y el grupo de compatriotas que llegaron caminando desde la plaza Juana Ramírez La Avanzadora en Maturín para estar presente el 1 de septiembre en Caracas, convirtieron la marcha en un éxito extremo que pusieron muy nervioso a Nicolás Maduro y su combo de enchufaos que se creyeron el discurso tantas veces repetidos que habían llegado para quedarse toda la vida.

Nicolás y su pandilla, incluyendo la cúpula del alto mando militar, por el nerviosismo optaron por arreciar la represión y persecución política de forma selectiva contra los compañeros militantes de Voluntad popular para ejercer miedo en la población y evitar que salieran a la calle el jueves 1 de septiembre a la Toma de Caracas, pero el tiro les salió por la culata. La gente a pesar de toda esa vaina concurrió masivamente a ese baño de civismo que convirtió la marcha en la mas grande de la historia venezolana, la primera de Latinoamérica y la segunda del mundo, superando la del 11 de abril de 2002.

El martes 30 de agosto Nicolás y su pandilla convocaron una marcha que recorrió algunas avenidas de Caracas donde se apreciaba un promedio de mil personas que luego llegaron a la plaza Caracas, donde según las mediciones serias, pueden concentrarse pegaditas unas 4 mil personas, pero a la hora que hablaron Diosdado y Nicolás en la plaza Caracas habían unas mil 500 personas. Igualmente el propio primero de septiembre hicieron una concentración en la avenida Bolívar donde se calcula que entran 180 mil personas y solo lograron reunir boqueando unas 30 mil, de un total de tres millones de votantes que tiene el municipio Libertador de Caracas.

Pero, como Nicolás y su pandilla lo que buscaban era que hubiese desorden provocado por los infiltrados que tenían la orden del G2 cubano, para luego aplicar la represión con toda la fuerza que los caracteriza y repetir el discurso trillado para llamarnos violentos, la dirigencia de la MUD responsablemente para evitar las provocaciones decidió hacer las concentraciones en territorio de los municipios Baruta y Chacao: Avenida Rio de Janeiro desde Bello Monte hasta el Llanito, avenida Libertador desde El Rosal hasta el liceo Gustavo Herrera y en la avenida Francisco de Miranda desde Chacaito hasta Unicentro El Marqués.

Como pueden ver, fueron tres concentraciones el mismo dia en Caracas convocadas por la MUD, sin contar las que se realizaron en el interior por quienes no pudieron trasladarse a la ciudad capital y todas aquellas delegaciones que no pudieron entrar porque Nicolás y su pandilla se lo impidieron al cerrar las entradas de Caracas. En honor a la verdad, con esas concentraciones organizadas responsablemente por la MUD, los venezolanos demócratas dejamos a Nicolás y su pandilla con las ganas de reprimir y que hubiese muertos como lo pronosticó varias veces Aristóbulo Istúriz para ensuciar nuestra lucha cívica ciudadana el 1 de septiembre.

Gerónimo Figueroa Figuera CNP: 569

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