“Finalmente hay una oposición en la ciudad de Schwerin. Si tenemos suerte, en un año estaremos en el Bundestag en Berlín. Hoy es, tal vez, el inicio del fin de la cancillería de Angela Merkel”, aseguró Leif-Erik Holm, líder de AfD.Detrás de este nuevo éxito de los populistas euroescépticos se esconde, sin embargo, un discurso nacionalista de rechazo a la llegada de refugiados.Con el 30% de los votos, el ganador del día fue el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), y su candidato Erwin Sellering, quien es además el primer ministro de Mecklemburgo-Anteporemania.Detrás de Alternativa quedó el Partido de Angela Merkel, la Unión Cristianodemócrata (CDU), que se hizo con el 19% de los votos.

Frauke Petry, la líder del partido populista de derecha alemán AFD, tiene entre sus proyectos el traslado de los refugiados por razones económicas a alguna isla perdida, tal cual se hace en Australia.
Petry no descarta incluso que los guardias de la frontera del país puedan disparar contra los migrantes clandestinos con tal de que no entren a Alemania.
El AFD (Alternativa por Alemania) es el gran ganador de la jornada electoral de hoy en la región de Meclemburgo: el partido y su líder lograron superar a la Unión cristiano-demócrata de la canciller Angela Merkel.
Con 41 años bien llevados y de pelo corto, Petry está entre los líderes del AFD desde el 2013, aunque asumió la conducción en julio del año pasado, tras derrotar al co-fundador de esa formación, Bernd Lucke.
El mismo Lucke dejó luego al partido, al que considera demasiado xenófobo.
Petry forma parte de la corriente nacional-conservadora de 'Alternative für Deutschland', que sigue sacudido por luchas internas, las cuales non parecen por otro lado molestar demasiado a sus electores.
En otras tres elecciones regionales realilzadas este año, el AFD nunca estuvo por debajo del 10%, logrando incluso un brillante 24,3% de los votos en Sajonia-Anhalt.
Según un sondeo publicado hoy, el partito tiene el 12% de los votos a nivel nacional y es de hecho la tercera formación política del país. Nacida en Dresden, en la entonces Alemania Oriental, Petry estudió química: es la única semejanza que tiene con Merkel, visto que sus enfoques sobre el crítico tema de los refugiados es por ejemplo opuesto.
La canciller, que hace un año abrió las fronteras del país para resolver la crisis de los migrantes bloqueados en Hungría, considera que la llegada de las corrientes migratorias pueden ser positivas para la envejecida socidad alemana.
Para Petry en cambio los refugiados a los que se les niega el derecho de asilo deberían ser llevados a dos no precisadas "islas fuera de Europa protegidas por la ONU": en otras palabras, tal cual hace Australia con Microsia.
En los últimos meses la líder del AFD expresó su comprensión con los alemanes que quieren armarse para poder autodefenderse de los extranjeros: una manera indirecta de afirmar que la política pro-refugiados representa una puerta abierta para el ingreso en el país del crimen y del terrorismo.
No es por lo tanto una casualidad que hoy mismo, tras su victoria, haya definido "catastrófica" a la política de Merkel sobre el tema migratorio.