Sin embargo, admito que en algunas ocasiones cuando debo escribir algo relacionado con lo que haya dicho los busco y los escucho para poder tener claridad sobre lo que debo decir o escribir al respecto.

Cuando vimos y escuchamos el video varias veces donde descaradamente Nicolás se burla del hambre que estamos padeciendo los venezolanos por culpa de las políticas económicas implementadas por su gobierno, especialmente la que padecen nuestros niños que por prescripción medica y dietética deben tomar una leche determinada para poder tener un desarrollo y crecimiento sano, les confieso que agarre una soberana arrechera, sobre todo viéndolo tan gordo burlándose con una risa perversa y macabra de oreja a oreja sin ningún pudor diciendo que la “dieta de maduro te pone duro sin necesidad de Viagra”.

No tengo idea de cuántos de mis lectores tienen hijos o nietos pequeños con extrema necesidad consumir leche para poder tener un desarrollo sano, lo que si puedo decir es que tengo tres nietos que deben consumir la leche y lamentablemente son mas la veces que no pueden tomarla que cuando lo hacen, precisamente porque este régimen que llegó como peste para liquidar a los venezolanos con la escasez de alimentos generada al destrozar el aparato productivo y el saqueo contra los dineros públicos, que los venezolanos bautizaron como “dieta de maduro” y de la cual Nicolás perversamente se burla haciendo chistes de mal gusto para burlarse del hambre que padecen nuestros niños.

Nunca me ha gustado involucrar a mi familia en los escritos de opinión y análisis que produzco semanalmente para algunos medios de comunicaciones regionales, nacionales y del exterior, pero la verdad es que junto con mi familia somos víctimas de la “maldita y perversa dieta de maduro”. Muchas veces he visto la preocupación de mis hijos al no poder comprar, no solo la leche para los niños, sino el resto de los alimentos que se necesitan para el consumo diario. Algunas veces por que el dinero no alcanza y otras por la escasez existente.

Igualmente mi caso no escapa de esa terrible realidad, ya que por razones médicas debo consumir alimentos que no produzcan exceso de azúcar pero lamentablemente hay que comer lo que haya para no morir de hambre, aunque eso vaya en contra de las indicaciones médicas. Recuerdo que hace dos años cuando la crisis de abastecimiento asomaba la nariz, cuando mis hijos me visitaban en la casa me decían: “mira, te traje esta harina pan “integral” para que comas tus arepas que dice tu médico. En estos momentos muy esporádicamente me dicen que me trajeron una harina pero de la “normal”. Muchas veces la hemos comprado bachaqueada en 2500 bolívares.

Siempre doy gracias a Dios que mis hijos y yo tenemos vivienda propia y no precisamente de la GMVV sino producto del trabajo y esfuerzo desarrollado en el transcurso del tiempo. Tengo amigos y compañeros de trabajo que no solo deben lidiar con la inflación y la escasez del día a día, sino que deben disponer de casi la mitad o mas de la mitad del salario para pagar el alquiler del apartamento donde viven. En estos tiempos cuando la canasta alimentaria se ubica por encima de 300 mil bolívares, la falta de vivienda es otra calamidad que viven muchos venezolanos, especialmente las parejas jóvenes.

Por eso mi problema y el de mi familia no es que el zapatero español invente un dialogo para darle oxígeno a Maduro, sino que mi prioridad es el referendo revocatorio para darle este año una patada por el trasero a todos los ladrones que saquearon y arruinaron a mi bello país. Mandar bien largo al carajo todo lo que huela a socialismo del siglo XXI.

Gerónimo Figueroa Figuera   CNP: 569

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