Manolo Gabbiadini abrió la cuenta a los 24' y el eslovaco Marek Hamsik la cerró a los 39' para un Napoli que venía de empatar sin goles en campo del Genoa y de resignar la punta del campeonato apenas conquistada.
Un empate que, además, abrió un frente interno entre Sarri y el presidente Aurelio De Laurentiis luego de que el entrenador se quejase por fallos arbitrales perjudiciales y reclamara a los dirigentes ponerse a la cabeza de esos reclamos.
Desde China, el productor cinematográfico le respondió que los errores de los jueces son habituales en el fútbol y que no había que buscar excusas, molesto tal vez por esa crítica por elevación que le dirigió el entrenador.
Otro punto de discordia entre ambos fue destacado por la prensa italiana y es el relacionado con la decisión de Sarri de relegar a varios de los refuerzos que De Laurentiis contrató para su plantel tras la partida de Gonzalo Higuaín a Juventus.
Uno de ellos es el polaco Arkadiusz Milik, quien marcó cuatro goles en este campeonato por lo general ingresando desde el banco de suplentes, situación que no pareció afectar al delantero, que hoy ingresó al ruedo a los 64' por Gabbiadini.
"Sarri es un técnico especial. Es un maestro que pasa mucho tiempo explicándonos y enseñándonos sobre tácticas de juego", afirmó en la previa del duelo con Chievo el propio Milik, en línea con el respaldo que también expresó Hamsik a su DT.
"Tenía razón al reclamar porque nos negaron dos penales frente al Genoa", aseguró el eslovaco, que hoy marcó su centésimo gol con la casaca del Napoli (sumando todos los torneos que disputó su equipo).
Unos minutos antes, también había dicho presente en la red Gabbiadini, un delantero por que Sarri siempre apostó y quien llegaba en un nivel inferior al de la pasada temporada, pero hoy pudo sacarse la espina.
Fue tras un gran pase del brasileño Jorginho que le permitió decretar el 1-0 parcial con un zurdazo desde el borde del área y festejar su primer gol en el campeonato justo en su partido número 150 con el club partenopeo en la Serie A.
Dos goles que le permitieron a Napoli doblegar a Chievo y marcar diferencias en el marcador que en cancha ya eran claras, pues Gabbiadini había tenido una chance a los 17' con un cabezazo que Stefano Sorrentino desvió por sobre el travesaño.
El arquero visitante se lució en el subsiguiente tiro de esquina al interceptar un centro del español José María Callejón (goleador del equipo con cinco tantos en el torneo) que estaba a punto de conectar de cabeza el senegalés Kalidou Koulibaly.
El propio Koulibaly sería protagonista a los 73' de una jugada polémica en la que Antonio Floro Flores superó al arquero español Pepe Reina y al ingresar al área tuvo un contacto con el senegalés que el árbitro Marco Di Bello no sancionó con penal.
Una acción que seguramente le recordarán a Sarri por sus quejas previas, aunque poco le importará seguramente al técnico que se mantuvo fiel a su idea y los jugadores por lo que apostó terminaron dándole la razón.
En Napoli, ingresó el brasileño Allan a los 70' por su compatriota Jorginho y el belga Dries Mertens lo hizo a los 81' por Lorenzo Insigne. Chievo contó con el argentino Lucas Nahuel Castro desde el inicio y con Mariano Izco desde los 63'.
Napoli, que con la diferencia pareció desacelerar el ritmo, fue un justo vencedor, se rehabilitó y sigue en carrera, a un punto de Juventus que hoy ganó con un remate del brasileño Dani Alves que se desvió en un rival y sigue en lo más alto.   (ANSA).