Lo hizo cuando se forzó "para distanciarme del personaje y escribir en tercera persona. Me metí en la tercera persona y estaba encantada porque no estoy dentro sino a una distancia que me permite un peso más objetivo", contó Puértolas en la presentación del libro, editado por Anagrama y distribuido en América Latina.
"En ese gusto de estar por la historia los cuentos se fueron alargando", añadió la escritora, que reconoció que "me ha costado terminar estos relatos porque me apetecía seguir. Es el libro que más me ha costado desprenderme de cada relato".
Los once cuentos que forman el libro están escritos en tercera persona después de que en sus anteriores libros de cuentos "siempre volvía a la primera persona como un imán".
Otro de los motivos por los que se pasó a la tercera persona fue porque "estamos en una etapa de "mucho yo", hay mucha presencia del escritor. Eso me ha cansado". En los relatos, que son "como pequeñas novelas bonsai", según el editor, Jorge Herralde, la escritora, miembro de la Real Academia Española, trata de encuentros y desencuentros, deslealtades, traiciones e incógnitas entre personas, parejas, y madres e hijas. "Quizá las cosas que no se cuentan son las que no comprendemos y no que no se pueden relatar. El juego de la vida es el mostrar y el guardar", comentó la escritora a propósito de los secretos. Todos los relatos tienen "finales no conclusivos, que no quiere decir que tengan finales abiertos", cuenta la autora de "Queda la noche". El libro "Chicos y chicas" está impregnado de Galicia, donde la escritora, nacida en Zaragoza y afincada en Madrid, pasa largas temporadas y escribe. Tras publicar dos libros de relatos, el anterior fue "El fin" (2015), Puértolas ya tiene "las manos llenas con una novela".
La prolífica autora ha publicado, entre otros libros, "Todos mienten", "La Rosa de Plata", "Mi amor en vano", "Queda la noche" y "Burdeos". (ANSA).