Es viernes en Caracas. Su hijo se despide y el padre se persigna: "¿Qué voy a hacer?", pregunta. "¿Encerrarlos?".
La última voluntad de Hugo Chávez es hoy desoída. El 9 de diciembre de 2012, el dedo del «comandante eterno» de la Venezuela bolivariana señaló a Nicolás Maduro: «Si algo llegara a ocurrir que me inhabilite, mi opinión firme es que elijan a Maduro como presidente», dijo.