Luego de que los jubilados venezolanos recibieran un incremento en sus pensiones de Bs. 100.000 (1,1 dólares) para cobrar Bs.250.000 (3,3 dólares) por mes, hubo movimiento en las calles de todo el país. El objetivo fue el de ir a los bancos a buscar dinero en efectivo para garantizar la compra de alimentos. “Con billetes en la mano conseguimos la comida más barata y rendimos el presupuesto. Recibimos poco y por eso hay que inventar y tratar de resolver; todo está carísimo”.