Fuegos artificiales, infaltables en un festejo ruso. Y la figura de Vladimir Putin que emerge entre los detellos
Moscú celebró hoy el 870 aniversario de su fundación con la presencia del presidente Vladimir Putin y el primer ministro Dmitry Medvedev en una ceremonia en la emblemática Plaza Roja. "Esta fiesta -dijo Putin- siempre se celebra de manera solemne y grandiosa, con verdadero amor por Moscú, por su historia secular y sus logros modernos".
"Es que tenemos una capital maravillosa: dinámica, innovadora, comprometida con el futuro y siempre noble a su antigua belleza", afirmó el presidente.
Diez días duran esta vez los homenajes por el aniversario de Moscú. Hasta mañana, en un cronograma que incluyó celebraciones en 50 lugares de la ciudad.
Bajo el lema "Moscú, ciudad donde se crea la historia", se recuerdan importantes hitos de de la capital.
En el festejo se evoca a los ingenieros, inventores, artistas y militares rusos que hicieron de esta, la gran ciudad que es hoy, según los avisos oficiales.
Entre las atracciones que se pueden disfrutar, se encuentran un modelo de la estación submarina de aguas profundas Mir, vehículos lunares y marcianos y la presentación de un modelo del sistema solar.
Once restaurantes moscovitas ofrecen en la propia calle Tverskaya, platos de sus menús que fueron inventados en Moscú o se popularizaron aquí, entre ellos, el shashlik (carne asada en pincho) y la torta ptichie molokó (leche de pájaro en español).
En el mismo corazón de la ciudad, en el Parque Gorki, hay numerosos espectáculos a gran escala de teatro callejero con grupos provenientes de Italia, Francia y Rusia.
No faltarán los fuegos artificiales, indispensables en cualquier fiesta rusa.
Este sábado, las 22 (hora local), en toda la capital, el cielo se llenará de "peonías", "crisantemos", "serpientes" y "corazones", brillantes, coloridos y explosivos, de un total de 13.000 objetos de pirotecnia que serán lanzados desde 13 puntos distintos. (ANSA).