Actualmente las plantas operan entre 30% y 40%, y en este momento tienen inventarios para dos meses”, afirmó Tito López, presidente de la Cámara de la Industria Farmacéutica. 98% de los insumos que se requieren para la fabricación de los productos son importados, dijo. Dado que la industria no ha contado con un sistema que les proporcione divisas oficiales para comprar en el exterior la materia prima, ha tenido que hacerlo por su cuenta y al dólar no oficial. “El costo es elevado porque no tenemos Dipro ni Dicom. Todo se compra a ese dólar innombrable”, agregó.
La industria farmacéutica no ha recibido divisas preferenciales desde octubre de 2016. El año pasado le entregaron 6.480.000 dólares en 14 subastas del Dicom, que no llega a 10% de las divisas que obtuvieron en 2016, que fueron 79 millones de dólares. Además, hay empresas farmacéuticas que siguen esperando que el Banco Central de Venezuela liquide los dólares que les otorgaron en la decimoquinta subasta, realizada el 31 de agosto de 2017.
El presidente de Cifar sostuvo que fabricar un medicamento en este momento es más costoso que importarlo terminado debido a que, además de que la mayoría de los insumos no se importan a dólar oficial, los laboratorios deben cubrir otros gastos como cancelación de salarios, cumplimiento del contrato colectivo, pago de luz, agua y alquileres.
Considera que cuando existía el Cencoex era todavía más negocio porque las importaciones se hacían a tasa preferencial. “Fabricarlo en Venezuela era y sigue siendo más cuesta arriba para las industrias. A pesar de que conseguían el componente activo a un dólar de 10 bolívares, los demás insumos que no estaban regulados se compraban a tasa no oficial”, indicó
La industria farmacéutica, así como el resto del sector salud, necesita un sistema exclusivo y continuo de asignación de divisas. “Que no sea solamente por un período de dos o tres meses ni que después se paralice por cuatro o seis meses. Que sea constante para que las empresas y todo el sector puedan adquirir la moneda extranjera para importar los insumos que necesitamos para la fabricación de los medicamentos”.
Señaló que las empresas nacionales tienen capacidad para fabricar 80% de productos para afecciones crónicas, antihipertensivos, diabetes y anticonvulsivos. “Tenemos plantas que pueden producir entre 40 millones y 70 millones de unidades por año”, apuntó.
También se pueden producir fármacos como antibióticos y jarabes. “Podríamos fabricar medicamentos sólidos, semisólidos, líquidos e inyectables. No deberíamos estar importando productos que se pueden elaborar en el país. Tenemos plantas de gran tamaño. Lo que se debería hacer es invertir las divisas en otros rubros como fármacos para enfermedades catastróficas que no se hacen acá”.
Desabastecidas. López señaló que 2014 fue el último año en que hubo un abastecimiento de medicamentos de 90%. Sin embargo, a partir de esa fecha se acentuó la escasez. Detalló que el año pasado se manejaba un promedio de 1.800 productos por droguería, de los cuales 574 eran solo medicinas. Lo demás, misceláneos.
“Ahora las farmacias han tenido que diversificar el negocio y no solo vender medicinas, sino otros artículos como alimentos, bebidas y todo lo que pueda ser rentable para mantener el establecimiento. El medicamento dejó de ser el negocio fundamental de las farmacias”, aseveró.
Cifra: 98% de los insumos que se requieren para la fabricación de los productos son importados. Algunas empresas esperan que el BCV liquide los dólares de la decimoquinta subasta del Dicom. Por / El Nacional