El anuncio dejó rígida a Europa, cuyas sanciones las aprobó, con trabajo, por unanimidad y en dos votaciones diferentes.
El discurso del premier era pronunciado mientras en Viena el presidente ruso Vladimir Putin repetía que las sanciones no convienen a nadie. "Todos están interesados en removerlas", dijo.
El trabajo diplomático "aperturista" de Italia frente a Rusia en Bruselas en realidad no se frenó. Y persiste una característica de los gobierno italianos las últimas dos décadas, con picos de afinidad durante los Ejecutivos de Silvio Berlusconi, pero también en los de centroizquierda.
El propio ex premier Paolo Gentiloni destacó varias veces, aún en la últimaetapa, la "doble vía" seguida por Italia con "firmeza" ante las violaciones, pero teniendo "siempre abierta la puerta del diálogo".
Un trabajo nunca fuera del perímetro trazado junto a los otros Estados miembro en Bruselas, que desde la invasión de Crimea se movieron siempre al unísono.
"Tenemos los cinco principios guía para las políticas europeas frente a Rusia que fueron acordadas en 2016 y luego ratificadas en 2018 por los 28 Estados miembro a nivel del Consejo de Asuntos Exteriores", recordó la Comisión de la UE.
Mientras el canciller austríaco Sebastian Kurz, próximo presidente de turno, luego del encuentro con Putin aseguró que continuará apoyando las decisiones de Bruselas, sanciones incluidas.
No es causal que también Moscú reaccionó con cautela y con optimismo pragmático al anuncio de Conte. "Italia es parte integrante de la Unión Europea y los líderes de la UE tienen modos para influir en cualquier país miembro.
Sabemos bien que los líderes de otros Estados han hecho declaraciones similares pero cuando llega el momento de votar aún los más 'subversivos' no rompieron las reglas", declaró el presidente de la comisión Asuntos Exteriores del Senado, Konstantin Kosachev. Entre los objetivos del nuevo gobierno de Roma está ser "partidario de una apertura a Rusia, que consolidó en los últimos años su rol internacional en varias crisis geopolíticas.
Seremos promotores de una revisión del sistema de las sanciones", precisó Conte.
Palabras que no parecen destinadas a "romper con las filas" sino más bien a dar un nuevo impulso a la voz de Italia en Europa.
La primera ocasión para Conte será en apenas tres días en Charlevoix, Canadá, en una cumbre del G7 que expulsó a Rusia en 2014, cuando invadió Crimea. Allí tendrá su primera bilateral y con la mujer más poderosa de Europa, la canciller alemana Angela Merkel. Luego se encontrará con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuya administración elogió a ANSA las palabras de Conte de la reafirmación sobre la OTAN y con "Estados Unidos como aliado privilegiado".
La revisión de las sanciones "a partir de aquellas que corren el peligro de mortificar a la sociedad civil rusa", dijo Conte, pero sin perder los intereses italianos. Elogios al anuncio se conoció de Coldiretti, la mayor asociación italiana y europea de emprendedores agrícolas, que estimó en 3.000 millones de euros las pérdidas de las exportaciones del Made in Italy anual con el embargo de Putin en respuesta a las sanciones a Occidente.
EEUU "aliado privilegiado" pero "apertura" a Moscú
El premier italiano, Giuseppe Conte, ratificó hoy "la convencida pertenencia" a la OTAN, con "Estados Unidos como aliado privilegiado", pero anunció una "apertura" de su país a Rusia, además de una relación más equitativa con la Unión Europea.
En los 75 minutos de discurso ante el Senado, con el fin de lograr el voto de confianza, el abogado "que defenderá a todos los italianos" ratificó todos los puntos del acuerdo de la coalición inédita entre la Liga y el Movimiento 5 Estrellas. El premier afirmó que "sopla un viento nuevo" en el país con un Ejecutivo "populista y anti-sistema" que tiene los pilares de "escucha, ejecución y control". "Si populismo es la actitud de escuchar las necesidades de la gente, entonces lo reivindicamos", afirmó entre aplausos.
Conte aseguró "la convencida pertenencia a la Alianza Atlántica, con Estados Unidos como aliado privilegiado", pero anunció "una apertura a Rusia, que consolidó en los últimos años su rol internacional en varias crisis geopolíticas" y buscará "una revisión del sistema de sanciones".
Una postura europea más "ortodoxa" delineó al anunciar que "la eliminación de la disparidad del crecimiento entre Italia y la Unión Europea es nuestro objetivo, que deberá ser alcanzado en el marco de estabilidad financiera y de confianza de los mercados". Como dato nunca mencionó la palabra "euro".
Dedicó mucho tiempo a la inmigración, tema central sobre todo para la Liga de Matteo Salvini que invitó días atrás a los migrantes "clandestinos" a "preparar las valijas" y advirtió que Italia dejará de ser "el campo de refugiados de Europa".
Conte prometió que el suyo no será un gobierno "racista" pero dijo que se pondrá fin al "negocio de los inmigrantes" que "creció en forma desmedida bajo el manto de una solidaridad falsa". Declaración que arrancó otros de los 60 aplausos recibidos durante su alocución.
Para tal fin, destacó que es posible si se aplican métodos eficaces de identificación y se hacen "efectivos los procedimientos de repatriación". El profesor de Derecho Privado fue muy duro con los conflictos de intereses: "Reforzaremos la normativa actual de modo de ampliar las hipótesis de conflicto hasta incluir cualquier utilidad que la gente pueda recavar de propia iniciativa".
Conte aseguró que actuará con "humildad y determinación" lanzando la figura del testigo protegido contra los corruptos, en endurecimiento de las penas para ciertos delitos, como la violación, la cárcel para grandes evasores, los recortes a las pensiones abultadas, la reforma de la prescripción, entre otros puntos.
En Washington, un vocero del Departamento de Estado dijo a ANSA que "hemos visto las declaraciones del premier Conte y damos la bienvenida a su reafirmación de la fuerte relación" bilateral.
"Italia es uno de nuestros aliados más estrechos y no vemos la hora de seguir trabajando y consultarnos con el nuevo gobierno", añadió.
Horas más tarde, el Senado dio el respaldo al gobierno 171 votos a favor, 117 en contra y 25 abstenciones.
El miércoles Conte volverá a hablar en la Cámara de Diputados, tras lo cual se procederá a la votación que se descuenta ratificará el sí logrado este martes. (ANSA).