Lo típico es hacer esta receta con unas aceitunas que se cultivan en esta zona, que pertenecen a la variedad Ascolana Tendir. Las más parecidas que encontré fueron las de la variedad Gordal verde entera. Aunque sea una receta entretenida vale la pena saborearla. Nos encantaron.
Empezamos picando menudas la cebolla, la zanahoria y el apio y los sofreímos con un poco de aceite. Cuando está medio hecho, añadimos la carne y dejamos que haga el agua, luego añadimos el vino blanco y la nuez moscada (le podemos poner una pizca de canela, pero yo no lo hice).
Dejamos enfriar y mientras sacamos el hueso a las aceitunas. Debemos ir con cuidado para que no se rompan. Lo mejor es empezar por la parte superior e ir bajando haciendo una espiral con el cuchillo, como si pelásemos una naranja y sacásemos toda la piel sin romperla.
Una vez que el sofrito está frío, lo trituramos todo junto. Añadimos la ralladura de limón, los dos huevos batidos y el queso parmesano. Lo mezcamos todo. Si nos parece que no tiene demasiado consistencia podemos añadir un poco de miga de pan remojada en leche.
Rellenamos las aceitunas con el relleno y volvemos a darles la forma original. Las rebozamos por harina, huevo batido y pan rallado. Las dejamos reposar diez minutos y volvemos a repetir la operación. Las freímos en abundante aceite de oliva caliente. Servimos enseguida. (directoalpaladar.com)