Siguiendo el suave fuir de las aguas comienza un inusual viaje a través de bosques, antiguos pueblos y tradiciones de esta tierra.
Es una tierra fuera de lo común, donde una densa red artificial de canales, bombas de agua, tierras saneadas y plantaciones geométricas coexisten con la naturaleza.
Un mundo casi irreal, donde el silencio absoluto sólo es interrumpido por el canto de los aves o el plácido sonido de las aguas del río Po; un paisaje misterioso formado por agua y tierra, que no se pueden diferenciar cuando hay niebla.
Es un valioso testimonio de cómo el hombre, con esfuerzo, sudor y amor aprendió a convivir con una naturaleza impresionante sin modificar su equilibrio.
En las costas del Adriático se encuentra el Delta del Po, una tierra poco conocida, que se puede explorar descubriendo los rincones escondidos de este paisaje lleno de encanto donde bosques, pinares, oasis y cañaverales se alternan con la historia y el arte.
Rovigo es una ciudad moderna, que narra su pasado a través de edificios históricos admirables. La Edad Media es atestiguada por las varias torres que dominan la ciudad, como por ejemplo la de Calle Pighin y las dos torres inclinadas: la Donà, una de las torres italianas más altas de la Edad Media, y la torre Mozza.
Hay muchos palacios del Renacimiento: Palacio Roverella, que alberga la homónima Pinacoteca, Palacio Roncale de Michele Sanmicheli y el Palacio dell’Accademia dei Concordi con la Pinacoteca del mismo nombre.
El Duomo dedicado a Santo Stefano Papa y Mártir - con varias esculturas y pinturas - es muy interesante.
Hacia el Adriático se llega a Parque del Delta del Po, un paisaje en el que la obra de la naturaleza se une a la del hombre ofreciendo un gran espectáculo. Del campo a las dunas fósiles, de los diques a las llanuras de inundación, de las áreas de pesca a las lagunas: paisajes muy distintos que hay que descubrir para conocer la historia de esta tierra.
En la zona véneta el Parque comprende nueve municipios, como por ejemplo Porto Tolle, que presenta uno de los paisajes mas atractivos de Italia, con lenguas de tierra que cruzan ríos, islotes, cañaverales y áreas de pesca; y Adria, pueblo encantador lleno de maravillas artísticas, pueblo que le dio nombre al mar Adriático, sede del Museo Arqueológico Nacional donde están expuestos interesantes restos etruscos y romanos.
Villa Badoer, uno de los palacios vénetos más hermosos, diseñado por Palladio en el siglo XVI
En Fratta Polesine se puede admirar Villa Badoer, uno de los palacios vénetos más hermosos, diseñado por Palladio en el siglo XVI y decorado en su interior con frescos de Pierfrancesco Giallo Fiorentino. La villa ha sido incluida entre las 24 villas palladianas, patrimonio de la Unesco.
En Polesella también hay palacios maravillosos de la época renacentista, que representan la elegancia y majestuosidad típicas de los palacios vénetos.
En las costas del Adriático está Rosolina a Mare, un pueblo cautivador con una playa extensa y un denso pinar.
En el Delta del Po se encuentra un Parque Natural Regional caracterizado por paisajes únicos, que llevan al visitante a un mundo surrealista, caracterizado por lenguas de tierra, brazos de ríos, islotes, cañaverales y áreas de pesca, entorno ideal de muchas especies de aves.
Garza y garza real, aves acuáticas, aves zancudas, flamencos, avocetas: son más de 370 las especies que forman parte del patrimonio ornitológico del parque, un paraíso para los aficionados al birdwatching (avistamiento de aves) y a la fotografía.
Las excursiones en barco remontando el río son una buena idea para gozar plenamente de las maravillas de estos lugares. Esta experiencia puede ser aún más emocionante en canoa o kayak, embarcaciones que permiten penetrar silenciosamente incluso en los más recónditos rincones a fin de observar de cerca a las aves que nidifican o transitan por el área.
Para los que prefieren permanecer sobre tierra firme, hay muchas torres de avistamiento para observar.
A fin de penetrar en estos atractivos entornos, se pueden elegir itinerarios en bicicleta de montaña o a caballo.
Si les gusta la playa, en Rosolina Mare, casi encerrada entre dos ríos, hay una playa arenosa y extensa, que parece un isla entre las aguas del Adriático y las de los ríos.
En la provincia de Rovigo también abundan las fiestas y ferias populares, símbolos de una antigua tradición jamás olvidada. Fresas, trigo, polenta y pescado son sólo algunos de los ingredientes que componen las mismas, además de las fiestas navideñas y de Semana Santa. La Feria de las Cometas de Badia Polesine dirigida a los más pequeños niños, que premia las cometas más bellas y a las que vuelan más alto.
La cocina local de Véneto y especialmente la de Rovigo está caracterizada por ingredientes simples y naturales.
Entre los platos típicos se destacan el arroz en caldo de pescado, el “risotto polesano” con anguilas y la guinea “in tecia”, que se puede cocinar en el horno o estufa a leña en una cazuela de barro.
Anguilas y pescado de agua dulce se pueden cocinar tanto en sartén como a las brasas, acompañados de polenta, muy típica en esta zona.
La carne de caza, sobre todo la acuática es muy variada.
Los varios embutidos son muy sabrosos: "bondiola" ahumada, típica en el Basso Polesine, y la "bondiola" de Adria, hecha con carne magra de ternera picada, cerdo y tocino.
El postre típico del Polesine es la tarta polesana o “miassa”, cuya receta remonta a 1829. (Italia.it)