Roma necesitaba ganar para recuperarse del traspié frente a Sassuolo, pero volvió a perder esta vez como local y por 3-2 en el Olímpico frente a un Bologna que ofrendó la victoria a su entrenador serbio, Sinisa Mihajlovic.
Si bien se saldó con una dosis de suspenso, el triunfo del "azulgrana" boloñés representó una "caricia" para su técnico, que justamente hoy recibió el alta médica tras someterse a una terapia antiviral en su lucha contra la leucemia.
Mihajlovic disfrutó en el banco de suplentes de la victoria de su equipo, que dejó en cancha la piel por la victoria disputando cada balón como si fuese el último, casi un tributo a la batalla que libra su conductor contra la enfermedad.
Riccardo Orsolini, a los 16', y el gambiano Musa Barrow, a los 26 y 51', fueron los artífices de un triunfo que le permitió a Bologna meterse provisoriamente en zona de clasificación a la próxima Europa League.
Seis son los puntos que lo separan de Roma, que lo precede en la tabla, que necesitaba ganar para enderezar el rumbo y que se mantuvo en partido gracias a los goles del holandés Stefano Denswil, en contra, y del armenio Henrikh Mkhitaryan a los 72'.
El "giallorosso" terminó el partido con un hombre menos por la expulsión de Bryan Cristante a los 80' por una fuerte falta contra Orsolini que mereció la tarjeta roja directa, bien aplicada por el árbitro Marco Guida.
Nada que reprochar esta vez tras las dudas expresadas por el técnico portugués de la Roma, Paulo Fonseca, sobre la "distinta vara" que parecen aplicar los jueces según el color de la camiseta como él mismo apuntaba en la previa.
No lo decía, aclaró, para justificar la derrota previa ante Sassuolo por 4-2 en el estadio Mapei, sino por la cantidad de jugadores de la Roma que terminaron amonestados en ese partido de la fecha anterior.
Fonseca también apuntaba a la necesidad de que sus jugadores adoptasen una "mentalidad ganadora", pero hoy fue Bologna, comandado por Barrow, el que la demostró desde el pitazo inicial y hasta el final del duelo.
El visitante resultó un justo ganador pues pegó en los momentos justos, se recuperó del gol en contra que significó el empate parcial "giallorosso" y supo aguantar el resultado cuando el local se puso a tiro del empate.
Casi se le escapan dos puntos en tiempo de descuento, pero ahí apareció el arquero polaco Lukasz Skorupski para ahogarle por dos veces el grito de gol al bosnio Edin Dzeko en el primer remate y en el rebote.
Pese a estar en inferioridad numérica, Roma terminó jugando con cuatro delanteros, incluido el argentino Diego Perotti (sus compatriotas Javier Pastore y Federico Fazio permanecieron en el banco de suplentes), pero no le alcanzó y se quedó sin nada.
Bologna, que tuvo desde el inicio al argentino Rodrigo Palacio y desde los 73' a su compatriota Nicolás Domínguez, logró un triunfo clave y suma 33 puntos en 23 fechas, apenas cinco menos que su record de la temporada 2001-02.
Sonríen sus aficionados y sonríe Mihajlovic, que supo contagiarle a sus dirigidos esa tenacidad y esa voluntad inclaudicable de lucha permanente.(ANSA).
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