Controles en las estaciones y en las calles aún demasiado transitadas, ante los supermercados, además de efectuar controles de carreteras, así como identificar personas y perseguirlas si es necesario.
Para todo eso está habilitado el Ejército italiano, repartido en distintas regiones y en las grandes ciudades para vigilar que se cumplan las medidas y restricciones contra el coronavirus.
De Milán a Palermo, muchos de los 7 mil militares del operativo "caminos seguros" ahora están a disposición de los prefectos, para dar un respaldo a las fuerzas del orden y para descubrir a los "pícaros" que cometen infracciones contra las reglas plantadas para evitar la propagación del virus.
Y no se excluye que, en breve, para dar cuenta de las demandas cada vez más integradas de las regiones y de las administraciones locales, el compromiso del Ejército italiano pueda prever una ampliación del contingente de "caminos seguros", por lo tanto, el despliegue de otras unidades en el territorio.
Pero habrán aumentos ad hoc, evaluados caso por caso en base a las necesidades de las ciudades, y ligadas sólo al período de emergencia.
El pedido de las instituciones locales aumenta a la luz del número creciente de contagios, pero también de infracciones, de las que se registra un nuevo récord: fueron casi 10.000 los denunciados en las últimas 24 horas. En la capital lombarda, uno de los lugares más golpeados por el virus, ya los primeros 114 militares se han comprometido en controles, en gran parte en las estaciones.
Un número que podría "duplicarse", según el gobernador de Lombardía, ATtilio Fontana, quien en los últimos días había invocado la presencia en toda la región.
"114 son nada", dijo.
"Se necesita agregar al menos un cero a esa cifra para discutir seriamente el problema, pero es positivo que mi pedido haya sido tomado. La presencia de militares tiene un gran efecto disuasorio, uno que a lo mejor antes de salir a la cale si ve pasar el Ejército lo repiensa", dijo Fontana.
Otro centenar de soldados fueron ubicados en la región Campania, entre Nápoles y Salerno, mientras en Sicilia se parte con 30 militares a Palermo -donde se trató un mapa de las áreas de intervención - y gradualmente se extenderá el compromiso a otras ciudades.
También el foco está puesto en puertos y estaciones ferroviarias.
En Roma, donde en general se ha decidido un ajuste más estricto con los puntos de control, el uso de los militares de "Caminos seguros" se decidirá en una reunión de video presidida por el prefecto la próxima semana: será necesario decidir cómo desplegar los aproximadamente los 1.960 soldados -entre ellos 1.500 operativos - ya presentes en la capital. Sin embargo, los militares ya están fortaleciendo los directores de las fuerzas del orden, especialmente frente a los supermercados.
En las calles de Bari, el Ejército dio su respaldo a la policía municipal, que con un drone efectuó controles para localizar eventuales multitudes.
Pero el compromiso del Ejército no está previsto para todo el territorio y, por eso, al frente a los pedidos se incorporaron el gobernador de Piamonte, Alberto Cirio, y el presidente de la región de Cerdeña, Christian Solinas, quien le pidió al gobierno que se comprometan también militares de la Brigata Sassari. (ANSA).