Estos palacios, con su elegancia, representan la grandeza de Génova ante el mundo y formaban parte del registro de la ciudad (los “rolli”) a través del cual se elegían las residencias donde albergar a los invitados ilustres en viaje de oficial de estado.
Los cuarenta y dos palacios, completamente restaurados, incluidos en el Patrimonio de la Humanidad, constituyen el primer ejemplo en Europa de proyecto urbanístico realizado por las autoridades ciudadanas con un diseño unitario y para responder a necesidades específicas, organizativas y de representación oficial.
En 1551, durante la floreciente república oligárquica fundada por el almirante Andrea Doria, que inició la construcción de las Strade Nuove, destinadas a convertirse en el “barrio acomodado” de la ciudad: se encontraban aquí las residencias de las más importantes familias aristocráticas de la época, la nueva clase de gobierno. Los primeros “rolli” fueron oficialmente emitidos en 1576 e incluían una lista de palacios divididos en “bussoli”, por categorías de calidad, un poco como sucede hoy para la clasificación de los hoteles a través de las estrellas.
La distinción arquitectónica de los palacios, la elegancia de las fachadas, la riqueza de las decoraciones y de las obras de arte que acogen, las imponentes escalas de ingreso, los patios internos decorados de espléndidas logias y verdes jardines, constituyen un lugar único que hay que visitar.
Los palacios más prestigiosos, que formaban parte de la primera categoría de los rolli, se encuentran en vía Lomellini, en vía Garibaldi y en vía Balbi. Entre los más bellos se encuentran el Palacio Rodolfo y Francesco Maria Brignole o “Palacio Rosso” del siglo XVII y los del sigo XVI Palacio Luca Grimaldi o “Palacio Bianco” y Palacio Niccoló Grimaldi o Doria Tursi, el más majestuoso de vía Garibaldi. Las tres moradas albergan hoy la primera sección de los Museos de Strada Nuova con importantes colecciones de arte italiano, flamenco y español incluyendo obras de Guercino, Veronese, Anton Van Dick, Caravaggio y la famosa “Magdalena Penitente” de Canova.
En vía Balbi se encuentra el Palacio Real, construido en el siglo XVII por la familia Balbi y residencia, en el siglo IX, de la familia real de Saboya. El palacio, hoy museo con 23 salas, deslumbra al visitante con su atrio monumental decorado con estucos del siglo XVIII, el jardín colgante, el apartamento noble del segundo piso, la Sala del Trono, el Salón de Baile y la Galería de los espejos.
En largo Eros Lanfranco se encuentra el Palacio Doria-Spinola, construido por el Almirante Antonio Doria, pariente del más conocido Andrea, que cuenta con magníficos salones internos, un patio renacentista y frescos en la Sala de los Tapices y del Salón. El Palacio Durazzo-Pallavicini destaca por la elegancia renacentista de sus columnas, de la escala y de los jardines colgantes.
Citar todos los Palacios de Rolli es imposible: una visita, por las calles del casco antiguo, te conducen a través de esta época de ostentación, bailes de corte y acuerdos de estado que nos muestran un lugar donde el tiempo parece haberse detenido. Italia.it