Un pequeño soplo de aire fresco para la industria sin chimeneas en la semana de la fiesta italiana estival, aunque que no reparará las pérdidas que el Covid-19 causó en el sector.
Un pequeño soplo de aire fresco para el turismo se produjo en la semana de la fiesta italiana del Ferragosto, que no reparará, de todos modos, las pérdidas que el Covid-19 le ha causado a ese sector en junio y en julio.
Así lo indicaron dos investigaciones provenientes de Assoturismo Confesercenti y de Federturismo Confindustria.
Según Assoturismo, se trata de la mejor semana del verano italiano hasta ahora, pero todavía está lejos de lo sucedido años anteriores y son completamente insuficientes para recuperar todo lo perdido: hay alrededor de 30 millones de alojamientos, un 10,8% menos que el año pasado.
El gasto se derrumba aún más: el presupuesto medio por persona cae un 27%.
Lo que generó menos asistencias a hoteles fue el hecho de que hubo millones de estadías en asas particulares: un verdadero "retorno" en estilo de vacaciones en segundas residencias y en las casas de amigos o familiares, debido a la prudencia inspirada por Covid-19, así como a la menor disponibilidad.
Federturismo confirmó que, tras una caída del 80% en presencias en junio, y de 50% en julio 50%, incluso la mayor parte de la semana más intensa de las vacaciones es "anómalo, tenue y distante" de lo esperado.
Uno de cada cuatro italianos ven el "Ferragosto" como una oportunidad para transcurrirlo en su región, preferiblemente en casa de amigos y familiares o en segundas residencias.
En cuanto a los destinos, según Assoturismo, el mayor número se registra en las localidades costeras y en la montaña.
También se registró una tendencia ligeramente mejor en los balnearios de los lagos, a diferencia de las ciudades de arte que siguen sufriendo la falta de turistas extranjeros.
Las cosas tampoco funcionan para las ofertas en el campo o en los balnearios.
Entre las regiones italianas, encabeza las elecciones Apulia (16% de los que toman unas vacaciones en Italia), seguida de Sicilia (13%), Cerdeña (11%), Calabria y Toscana (ambos 9%).
Por su lado, la Confindustria aseveró que serán las playas, en particular, las de Puglia, Toscana y Emilia Romaña, que registran una buena participación, pero todo concentrado en unos pocos días en comparación al promedio de otros años, que fue de entre una semana y 10 días.
Mientras, en las principales ciudades de arte, Venecia, Roma y Florencia, donde se siente mucho la ausencia de turistas extranjeros, se espera una reducción de alrededor del 80% en la asistencia.
Además, el 50% de los hoteles siguen cerrados y la tasa de la ocupación no llega al 20%.
Por otro lado, la montaña sigue siendo requerida y está teniendo éxito incluso entre los más jóvenes, amén de que los grandes espacios infunden seguridad.
"En la semana de Ferraagosto también en este terrible verano del Covid -dijo el presidente de Assoturismo Confesercenti Vittorio Messina- asistimos a un aumento de la asistencia en comparación con la media de los últimos meses".
Sin embargo, se trata de un rendimiento mucho menor que el del año pasado y, por tanto, completamente insuficiente para recuperar una temporada muy difícil para las empresas. (ANSA).